Jacques Chirac rinde homenaje a jugadores

Jacques Chirac rinde homenaje a jugadores

París (EFE).- El presidente francés, Jacques Chirac, rindió ayer un homenaje particular a Zinedine Zidane, en una recepción a todos los jugadores de la selección francesa en la que evocó, pero de forma elíptica, su expulsión en la final del Mundial.

Chirac, que había recibido en el Elíseo a los futbolistas y a los técnicos de la selección, le manifestó durante su discurso a Zidane el “respeto”, “la admiración y la afección” en nombre de “toda la nación”, “en el momento más intenso, tal vez en el momento más duro de su carrera”.

“Es usted un virtuoso, un genio del fútbol mundial. Es también un hombre de corazón, de compromiso, de convicción y por eso Francia le admira y le quiere”, afirmó el presidente durante un breve discurso en los jardines del Palacio del Elíseo poco antes de ofrecer un almuerzo en honor de los futbolistas. Al conjunto de la selección, le dijo que “nos habéis hecho vivir momentos inolvidables” y nos habéis dado una inmensa felicidad y también un inmenso orgullo”.

“Habéis mostrado calidades excepcionales y antes que nada el espíritu de equipo fue vuestro muro contra la duda al comienzo de la competición”, señaló en alusión a la decepción por el nivel de juego en la primera fase del Mundial.

Al entrenador, Raymond Domenech, le calificó que “formidable arquitecto de este magnífico resultado”.

Chirac dijo entender “una cierta tristeza” y “una cierta decepción”, en referencia a la derrota ayer en la final frente a Italia, insistió en que “todos estamos muy orgullosos de vosotros, de todos vosotros” por “esta extraordinaria epopeya”.

De la final el presidente consideró que la selección francesa jugó “un partido excepcional, excepcional de compromiso, de talento, de rigor, de solidaridad. A ese nivel de la competición, todos los sabemos, la victoria se juega por tan poco que no es eso lo que cuenta”.

El único de los jugadores que falló en el acto del Elíseo -al que también acudieron muchas de sus parejas- fue el portero francés, Fabien Barthez.

La llegada del autobús de los futbolistas desde el aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle hasta la residencia presidencial estuvo rodeada por una gran expectación y fue retransmitida en directo por la televisión pública.

Una vez concluido el almuerzo en el Elíseo, los jugadores se trasladaron hasta el hotel de Crillon, un hotel de lujo cuya fachada da directamente a la plaza de la Concordia, donde se habían concentrado varios miles de aficionados para felicitar a los jugadores y celebrar el segundo puesto.

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