Punta Cana. La Altagracia.-Con la asistencia del presidente Danilo Medina fue clausurado ayer el XVII Encuentro Nacional de Dirigentes del Sector Agropecuario de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), donde se acordó promover e impulsar una alianza por el agua entre todos los sectores, incluidos los partidos políticos.

La JAD entregó al mandatario un documento con 11 retos y ocho recomendaciones, relacionadas con la protección de cuencas, construcción de infraestructuras, cambio en el modelo de riego y educación ciudadana en manejo de agua, entre otras.

Posición del Presidente. En este escenario, Medina, al hablar brevemente con periodistas al concluir la actividad, reiteró que es una prioridad en el país la aprobación de la ley general de agua. Sostuvo que el tema es una ruta crítica para el Gobierno.

Adelantó que en los próximos días darán detalles de lo que hacen en ese sentido.
El jefe de Estado dijo que el Gobierno también tiene sus propios planes de lo que quiere hacer, tras asegurar que las recomendaciones de los agroempresarios representaban un buen aporte para fortalecer la ya existente.

A su juicio, las conclusiones estuvieron bien acertadas, pero a los productores les faltó citar lo relativo con el manejo y tratamiento de las aguas residuales, “que es un tema importantísimo que debe ser incluido en el pliego de la JAD”.

La recomendación de la JAD, para asumir el compromiso de un programa de inversión pública a 20 años en protección de cuencas y educación ciudadana en Manejo de agua, dice que la alianza debe incluir además de los partidos políticos a las instituciones del Estado, organizaciones del sector privado y la sociedad civil.

El presidente ejecutivo de la JAD, Osmar Benítez, quien leyó las conclusiones declaró que las recomendaciones para promover la Ley de Agua tiene como objetivo garantizar la gestión sostenible y eficiente de los recursos hídricos superficiales y subterráneos.

Benítez se quejó de que hay falta de educación y concienciación de la sociedad sobre el Cambio Climático y sus efectos. Igualmente sobre el uso y manejo del agua.

Criticó que exista un uso irracional e irresponsable de los recursos forestales en las cuencas hidrográficas, tras indicar que esa situación ha provocado un proceso de degradación de los suelos. También la sedimentación y pérdida de la calidad del agua.

Propuestas. El liderazgo del sector agropecuario propuso promover la aprobación de la Ley Forestal que garantice la gestión sostenible y eficiente de los recursos forestales, fomentando la actividad empresarial bajo un enfoque racional.También

recomendaron fomentar la planificación coordinada e integral de la gestión del recurso hídrico, utilizando la cuenca hidrográfica como elemento central, para una asignación sostenible al uso humano, ambiental y productivo, que apoye la toma de decisiones en materia de la planificación del desarrollo regional.

Aconseja, además, promover jornadas de sensibilización y educación ciudadana a todos los actores involucrados, tendentes a modificar la filosofía de la política hídrica para pasar de un modelo de gestión tradicionalmente enfocado a la expansión de la oferta a un modelo que enfatice el control de la demanda y el aumento de la eficiencia en el uso del agua.

Recomendó expandir y dar mantenimiento a la infraestructura para el almacenamiento, regulación y distribución del agua, mediante la priorización de inversiones en obras de propósitos múltiples, con un enfoque de desarrollo sostenible.
Señala que debe promover una mayor asignación de recursos presupuestarios para la modernización y conservación de la infraestructura de riego, para mejorar la eficiencia en el uso del agua y su incidencia en la productividad agrícola.

Desafíos. Entre los desafíos encontrados por los dirigentes del sector figuran la existencia de un marco legal e institucional que establece duplicaciones y superposiciones de roles y funciones de las entidades públicas del sector, lo que dificulta las funciones rectoras, reguladoras y operativas.

Otro reto es la escasa coordinación y planificación integral entre los actores públicos y privados, lo que dificulta la gestión del recurso hídrico, así como la falta de una adecuada conciencia en los actores involucrados, lo que ha promovido un modelo basado en la expansión de la oferta hídrica, que implica un uso irracional.