A los dominicanos nos gusta recrear los ambientes de antaño, unas veces lo hacemos en los hogares y otras, en lugares de esparcimiento.

Así, no es raro encontrarse en la decoración elementos como las planchas antiguas que se calentaban en leña o carbón, las tinajas; los cerones con que se llevaban las cargas en los animales, bien sean caballos o burros. También se usan como elementos decorativos los bidones en los que se envasaba, y todavía lo hacen en algunos pueblos, la leche.

En este ambiente no puede faltar la humeadora, que eran las lámparas hecha con una lata de aluminio u hojalata y servían para alumbrar en las noches cuando todavía no había llegado la luz eléctrica.

Son comunes las sillas de guano, los aparejos y hasta las vitrolas, donde se escuchaba la música y, muchas veces, nos encontramos con las velloneras, entre otros elementos típicos.

Todo eso, además del gusto por el paisajismo, presente en el diseño de sus jardines, es lo que caracteriza a la Casa Club Jadame, ubicado en El Toro, de la Carretera Mella, de la zona Oriental de Santo Domingo.

Su propietaria es la señora Carmen Reynoso, una excelente anfitriona deseosa de que los visitantes se compenetren con las costumbres de antaño, que también posee columpios, enramadas techadas de yaguas y otros atractivos rincones.

El lugar, con una exuberante belleza natural, es adecuado para celebrar bodas, cumpleaños, bautizos y otras actividades sociales, o simplemente para degustar comida criolla.