La cantante lírica Janette Márquez es un claro ejemplo de que cuando se quiere, se puede. A pesar de que es no vidente, esta joven artista ha encontrado en la música el camino a seguir y ese refugio en donde descubrió su liberación, un espacio donde podía transformarse en algo que no tomara en cuenta su discapacidad.
Como artista, ella tiene un sueño que es parte de su esencia y que desea llevar a cada persona: quiere transmitir mensajes de esperanza y de que nada debe ser una limitación para llegar a la meta que te propongas.
Esta joven de ascendencia dominicana asegura que la música representa el refugio que la ayudó a curar las heridas que le provocó la discriminación.
“A mí me pasaron muchas cosas que como niña no entendía y que todavía no entiendo. Por eso la música es algo tan necesario e importante en mi vida”, asegura Janette, tras señalar que llegar a donde está le ha costado muchos años de sacrificio, trabajo, batalla, e inclusive de silencio.
En entrevista telefónica desde Nueva Jersey, Estados Unidos, la también pianista dijo que hay personas que se expresan de una manera que no es la adecuada, pero que lo importante es enforcarse, batallar con muchos bríos y no escuchar esos comentarios.
“Yo me siento muy bendecida y afortunada, pues con muchas limitaciones y sacrificios he podido realizar uno de los sueños más grandes que tenía de pequeña: ir a la universidad. A pesar de los trabajos, todavía no me he rendido. Y cuando suceden cosas que quieren devorarme me digo: ‘No, no, no me voy a rendir. De aquí no me van a ver partir hasta que me gradúe”, afirma Janette cargada de optimismo.
Al concluir sus estudios secundarios, la joven fue aceptada en la universidad de Westminster, en la ciudad de Princeton, Nueva Jersey, donde cursa estudios superiores de Bachelor of Music and Minor in Psychology bajo la tutela de Elizabeth Sutton.
Actualmente está es su penúltimo año de estudios, lo que define como algo impresionante, pues ella no recibe ayuda, y tiene que estudiar de forma tal que le resulte más fácil.
“Hay personas que no entienden eso, y las condiciones a veces son injustas”, indica, al tiempo que señala que le gustaría ejercer su carrera.
Janette se define a sí misma como una joven común y corriente, con las preocupaciones que tiene todo el mundo y con muchos deseos de progresar y echar hacia adelante.
“Mis amigos más cercanos no son jóvenes discapacitados. No es con las personas con discapacidad con quienes me tengo que reunir, sino con las personas que no tienen nada de eso para que puedan entender y asimilar esta situación, para que puedan educarse y que de ese modo, en cierta manera, la sociedad avance y se abran otras puertas”, dijo entusiasmada.