Japón no está demasiado lejos

Japón no está demasiado lejos

Japón ha sido sacudido por un terremoto de magnitud 8,9 grados Richter. Está entre los más poderosos que hayan azotado en cien años a esa laboriosa nación. El tsunami provocado por el temblor barrió la franja costera del pacífico japonés y olas de hasta diez metros de altura azotarían al menos veinte ciudades en las costas del pacífico americano, desde Alaska hasta el extremo sur de Chile. Un gran número de réplicas superó la magnitud del temblor de 7.3 grados ocurrido en Haití el 12 de enero de 2010. Es demasiado temprano para aventurar número de víctimas y cuantía de los daños, pero todo lo dicho hasta aquí es aterrador y  da una idea de la magnitud de esta gran tragedia.

Japón ha sido un amigo cercano de la República Dominicana en todo momento y su tragedia ocurre justo cuando  expertos de la Universidad de Harvard han advertido a nuestro país sobre la posibilidad de que sea afectado por un gran terremoto en cualquier momento. Japón, con vasta experiencia en materia sismológica, no esperaba algo semejante. No hay avisos cuando se trata de terremotos. Por eso hay que estar preparados, sin pánico ni falsas alarmas, sino haciendo lo que se debe hacer para prevenir y mitigar. El pueblo japonés nunca ha estado demasiado lejos y su solidaridad para con nosotros ha sido siempre oportuna, cuando ha llegado el momento. Ahora nos toca extenderle la mano para ayudarle en esta hora trágica.

La queja de los farmacéuticos

La Unión de Farmacias, la Asociación Nacional de Dueños de Farmacias y la Asociación Farmacéutica Dominicana han denunciado lo que parece ser graves irregularidades en la concesión de permisos para la operación de establecimientos de este tipo. Las organizaciones denunciantes amenazan con retirarse de la Junta de Farmacias, un organismo que pertenece a la Dirección General de Drogas y Farmacias del Ministerio de Salud Pública.

Las organizaciones denunciantes dicen que 1,500 farmacias operan de manera irregular, con autorización oficial otorgada por favoritismo político y por lo que resultan agraviadas unas cuatro mil farmacias que funcionan con apego a las normas. El Ministerio de Salud Pública debería intervenir en este asunto y corregir cualquier irregularidad que esté de por medio en la concesión de autorización para la operación de establecimientos de este tipo.

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