TOKIO (AP).- El primer ministro Junichiro Koizumi dijo el domingo al presidente francés Jacques Chirac que Japón se opone enfáticamente a la suspensión de un embargo europeo a la venta de armas a China, y no renunciará a su intento de albergar un reactor experimental de fusión.

   Francia y Alemania encabezan una iniciativa para levantar un embargo europeo de venta de armas a China impuesto hace 16 años, después de que el ejército chino aplastó las manifestaciones partidarias de la democracia en la Plaza de Tiananmen en 1989. Sin embargo, Tokio teme una medida de ese tipo debido a que Pekín ha estado acumulando armas.

   En una conferencia de prensa conjunta con Chirac después de las conversaciones entre ambos mandatarios, Koizumi dijo que Japón se «opone fuertemente»» a que se levante el embargo.

   Por su parte, Chirac dijo creer que una medida así era adecuada bajo la situación actual.

   Koizumi también mencionó que Japón «no tiene intención»» de renunciar a su intento de albergar un reactor experimental de fusión en el norte del país.

   Tokio y la Unión Europea han estado disputándose si Japón o Francia serán la sede del proyecto para desarrollar el Reactor Termonuclear Experimental Internacional, a un costo de 13.000 millones de dólares, que busca desarrollar una fuente de energía limpia e inagotable para los próximos 35 años.

   Japón quiere que el reactor sea construido en Rokkasho, en el norte del país, y Francia ha presionado para que se desarrolle en Cadarache, en el sur francés. Las naciones que están financiando el proyecto _la UE, Japón, Estados Unidos, China, Corea del Sur y Rusia_ tienen opiniones divididas sobre ambas propuestas.

   «Hemos acordado seguir con nuestras conversaciones en el asunto para llegar a una solución»», dijo Koizumi.

   El mandatario francés indicó que cree que «las propuestas de Japón… permitirán que la Unión Europea y Japón lleguen a un acuerdo»». No proporcionó más información.

   Chirac, que llegó a Japón el viernes para una visita de tres días, también le aseguró a Koizumi el respaldo francés a Tokio para que obtenga un sitio permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y junto con Japón exhortó a Corea del Norte para que regrese pronto a las negociaciones sobre su armamento nuclear.