Jarabe de Oro y Plata

Jarabe de Oro y Plata

La Barrick ha sido torpe. Debió hacer suyos los deseos del Presidente Danilo Medina Sánchez, antes del discurso del 27 de Febrero. Se expuso más allá de lo que uno esperaría ver en el comportamiento de una empresa de nivel mundial.  Dejaron ver demasiado de lo que tienen debajo.

Es un hecho que la Barrick fue equivocadamente arrogante y calculó mal.  Parece que se confió demasiado en el enorme soporte político que le representaban los Embajadores, y el apoyo interno del principal gremio empresarial. La “seguridad jurídica” pasó a ser enfermedad, y no la cura. Cuando la pasión y las razones se unen más allá de los estamentos de poder, no hay montos que valgan y las consecuencias pudieran ser un desastre mayúsculo.  Nadie querría eso en pleno siglo XXI. Hay que saber aprovechar mejor la estabilidad.

No se comprende que no se hayan dado cuenta aún de que las sumas multimillonarias gastadas en propaganda no han logrado, ni lograrán, hacer variar la percepción negativa que tiene el pueblo dominicano sobre esa empresa.  El último intento, el de la “encuesta Gallup”, no pudo ser más insólito.  Todos esos recursos habrían surtido mejores efectos si se hubieran invertido en mejorar las condiciones de vida de las áreas de impacto directo de la mina. La Barrick parece que debe aprender a saber callar.

A la luz de lo que finalmente aconteció, se trasluce que tampoco midieron bien el alcance de lo que podría venirle encima como consecuencia de unos “equívocos” cometidos en la Aduana. Tarde se dieron cuenta de que, de no llegar a un acuerdo que pudiera ser exhibido por el gobierno como acorde con las expectativas creadas por el Presidente Medina Sánchez, el embarque que tenía retenido la Aduana desde hacía casi un mes, y ningún otro, podría no haber salido del país por algunos meses, o quizás años.  Parece que la aduana tiene un brazo largo.  Facilitación de comercio, seguridad de la cadena logística de suministro, recaudaciones; las aduanas dominicana han demostrado ser un poco más útiles que eso. Sutilmente se deja ver que la entidad ha alcanzado un nivel de desarrollo integral tal que solo precisa de seguir el curso acelerado de los ajustes iniciados algunos años atrás.

Senadores, Diputados, que habían aprobado el acuerdo del 2009, de repente se convirtieron en “patriotas”.  Excongresistas, algunos fanáticos comentaristas de la radio ahora, que participaron de la aprobación cuestionada, pretenden lavarse las manos cual Pilatos; y se escuchan tronando con una voz que carece de validez. Las alturas deben sacudirse de tales hipocresías; aunque dudo que ocurra por el momento porque es la misma que se sienta al lado de algunos “honorables” condenados por tráfico de personas, sin el menor de los remordimientos.

El país entero bebió del jarabe de oro y plata que le ofreció el Presidente Medina Sánchez en su memorable discurso de primera rendición de cuentas, y ha recibido un primer aliento de 2,300 millones de dólares.  Suelo decir que no es solo con decretos, no es con discursos, como se resuelven los problemas de un pueblo: los “toletes” son claves, y mejor si son de los “verdes”.

El futuro de un pueblo que tenga tal cantidad de metales preciosos en esta era que supera la de los taparrabos,  tiene que brillar tanto o más que las joyas que se elaboren con esos metales. Los cuellos del mundo no colgarán de nuestras miserias, pero tampoco podrían lucir fácilmente las carencias y debilidades en esta oportunidad.

Desde el ámbito aduanal, mis fuentes sugieren que desde lo interno de una institución más ágil y segura, también seguirá aflorando una entidad más comprometida con la sociedad. Parece que a la Barrick le convendrá importar y exportar, como decimos por aquí, “por el librito”.

Está a la vista que de todo el aparato del Estado, fuera de las instancias negociadoras, la única entidad que hizo lo suyo fue la Aduana.  La otra que alcanzó ya la dimensión de institución frente al caso Barrick fue: La Opinión Pública. 

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