Los dirigentes del movimiento cívico “Toy jarto” se enfriaron o fueron absorbidos por otros grupos y su consigna “alto a la impunidad” fue desplazada en los medios de comunicación por acontecimientos, no de mayor relieve, pero sí de urgente actualidad, donde la pugna por los votos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) entre el expresidente Leonel Fernández y el inhabilitado para reelegirse Danilo Medina, ha sido tema predominante en el país.
Si fuera por el contenido semántico de la expresión “hartura” significaría que estamos “satisfechos, llenos, o rebosados”, pero se trata de la otra acepción que plantea “hastiados, ahítos, cansados, fastidiados” y en el caso del movimiento cívico, estos últimos significados se completarían con las palabras “de la impunidad”.
He querido retomar la “jartura” en buen dominicano, porque las últimas noticias siguen estando centradas en el PLD, su selección de candidatos y la pelea (sabroso chisme pre y post electoral) entre los “predestinados” Leonel y Danilo, donde el ingrediente reciente de la renuncia de leonelistas del tren gubernamental, juntamente con las cancelaciones por “irrespetuosos” ordenadas por el presidente Medina, son temas de análisis para los numerosos comentaristas de radio, televisión y redes sociales, resultando un fenómeno a destacar algo que no dicen, pero lo sienten con la misma pasión e intensidad los cabecillas del leonelismo y el danilismo: A los que se quedan en el gobierno no les importa si en el 2020 los sacan y los que salen ahora (tal vez evitando que los “boten”) tampoco tienen preocupaciones, porque ambos grupos no pasarán hambre (ni ellos ni sus familiares) porque están “jartos” con todo lo que han robado durante los 20 años de sus gobiernos.