Desde el inicio de la compañía Brugal, por el año 1888, la maestría del ron ha estado dominado por hombres de esta familia.
La historia ha cambiado, y por primera vez en 130 años de historia, Brugal cuenta con una maestra ronera.
Jassil Villanueva Quintana, perteneciente a la quinta generación de los Brugal, es la primera maestra ronera de esra marca. Sobre sus hombros lleva la responsabilidad de no defraudar a los experimentados maestros roneros de esta centenaria compañía.
Al hablar de su experiencia como la primera maestra ronera, explica que supone un gran reto y mucha responsabilidad, ya que es la primera vez que se le da la oportunidad a una mujer de pertenecer a este selecto grupo.
Venciendo prejuicios. Por lo que cuenta, pertenecer a la familia no ha hecho su trajinar de color de rosa, pues además de ser mujer, ha tenido que lidiar con la edad: al ser la más joven del grupo debía demostrar que no se habían equivocado al elegirla.
Sobre su elección para esta posición tan importante, entiende que había la necesidad de involucrar nuevas generaciones, y que ese cambio generacional no fuera simplemente más de lo mismo, sino traer sangre nueva de la familia.
Piensa también que los tiempos pudieron influir. “En las últimas décadas hemos visto el cambio, no solamente en la industria de las bebidas espirituosas, sino en otras áreas, vemos cómo las mujeres se han involucrado mucho en organizaciones ocupando puestos en los que probablemente hace 15 o 20 años no se les daba la oportunidad”, destaca.
Opina que los hombres de la familia Brugal fueron visionarios en el posicionamiento de la mujer y dejaron de lado el hecho de que el ron era “para hombres”.
Explica que el mayor reto que ha encontrado en este ambiente no ha estado dentro de la industria como tal, sino cuando sale al exterior a realizar una cata y las personas la juzgan de antemano por ser mujer y joven. “Ese ha sido el reto más grande que he encontrado, demostrar que tengo algo para enseñar”, especifica.
Jassil recuerda que dentro de sus planes no estaba ser maestra ronera, y que las cualidades necesarias para ser parte de este grupo fueron vistas por otros miembros de su familia con vasta experiencia en este ámbito.
“Ser maestra ronera me ha servido para crecer como persona y para desarrollarme a nivel profesional”, comenta.
Formación. Al hablar sobre la formación que se requiere para este trabajo, dice que “en el mundo del ron no existe una formación académica que te enseñe como ser ronera, más bien es algo que se transmite de generación en generación con el trabajo diario, involucrándose con cada una de las partes que tienen que ver con el producto final”, destaca.
Dice que tuvo que durar un año en prueba para ser seleccionada para el entrenamiento y pasado este tiempo, duró tres años en formación para recibir oficialmente el título de maestra ronera de Brugal.
Este entrenamiento consistía en trabajar en cada una de las áreas del líquido así como involucrarse con algunas áreas que tienen que ver directamente con los roneros.
Las enseñanzas de esos tres años incluyeron, entre otras cosas, trabajar con barricas en el laboratorio, aprender qué necesitaba saber si iba a desarrollar un producto nuevo, salir a los mercados internacionales con los demás maestros roneros para irse desenvolviendo.
“Mis conocimientos y experiencias han sido adquiridos a través de lo que me han enseñado, no solamente el trabajo diario dentro de Brugal, sino la experiencia de esos maestros roneros que tienen 45, 50 años formando parte de nuestra historia”, recuerda.
“Brugal pega con todo” Para un buen amante del ron, esta bebida espirituosa combina con cualquier alimento. Y no se equivoca.
Así lo asegura la maestra Jassil, quien destaca que gracias a la versatilidad de esta bebida es posible lograr un maridaje perfecto.
Detalla que una de las características de este destilado de mosto fermentado de melaza es que no limita la creatividad de los comensales cuando quieren consumir ron con alimentos, logrando una mayor experiencia sensorial.
Una cata, tres experiencias. Recientemente, Jassil Villanueva realizó la cata de tres productos del portafolio de Brugal.
A la hora de degustar una bebida espirituosa, Villanueva dice que el primer sorbo debe ser tragado directamente, para que el paladar se acostumbre, y luego, el segundo sorbo se pasa por toda la boca para que el paladar pueda abrir las papilas gustativas.
-Brugal XV. Es una mezcla de tres a ocho años de envejecimiento. En el olfato se pueden percibir notas dulces, frutas tropicales, es ligeramente especiado. En boca se siente dulce, afrutado, pero inmediatamente seca se sienten notas amaderadas, frutas secas y ligeramente especiado en el inicio de la lengua.
-Brugal Extra Viejo: es un ron envejecido de tres a ocho años en barricas de roble americano. En el olfato se siente especiado, tiene notas a caramelo, mieles y ligeramente a frutos secos.
La sensación en boca es ligeramente especiado; al inicio de la lengua se perciben unas notas amargas amaderadas. Al final, la sensación en boca es oleosa.
-Brugal Leyenda: al llevarlo al olfato se percibe miel, madera, frutas rojas: higos, pasas, ciruela… en boca la sensación es de suavidad. En el retrogusto, la madera está presente y en la lengua se percibe ligeramente especiado.
Color. Explica que la forma de apreciar el color de cualquier bebida de este tipo es mirándola en un fondo blanco o contra la luz, para que esta se refleje en el cristal.