El 2015 será un año que la presentadora de televisión Jatnna Tavárez no podrá olvidar jamás.
A pesar de lo importante que ha sido para ella, es indudable que han sido doce meses llenos de desafío tanto en lo personal como en lo profesional. Pero además ha sido un tiempo de crecimiento y de sobreponerse a la tristeza por el fallecimiento de su madre, María Luisa Portillo Burell, cuyo deceso ocurrió en octubre de 2014, y la separación de su esposo, Manolo Hazoury, con quien había compartido los últimos 20 años de su vida.
“Ha sido un año que se ha traducido para mí en un gran crecimiento y en una gran fortaleza personal. Desde el punto de vista laboral ha sido excelente, el trabajar mucho ha sido de gran ayuda”.
A seguidas agrega: “En términos personales ha sido de muchos cambios, pero el retarme ha sacado cosas buenas de mí y de hecho puedo decir que hoy me siento en paz y que agradezco al Señor hasta las mismas pruebas, pues Él le manda grandes batallas a los soldados que la puedan resistir y enfrentar”.
A grandes rasgos, Jatnna califica el 2015 como un año positivo. Los cambios que han llegado a su vida los valora de beneficiosos, pues en el caso de su separación de Hazoury sucedieron de una forma “bonita” y los recuerdos de otros fueron dramáticos.
Con relación a la muerte de su madre señala: “El vivir su ausencia, me ayudó a fortalecer mi fe porque de los procesos de pérdidas solo se puede salir si tienes fe y si van de la mano de la oración. En esa medida vas creciendo y te vas empoderando, tienes más herramienta para enfrentarte a la vida”.
En todo estos procesos, su hija María Manuela, ha sido como un rayo de luz que la ha impulsado a revalidar el profundo amor y afecto que siente por ella. Su hija, conjuntamente con su familia , ha sido un gran soporte y por ella se ha mantenido firme. María Manuela es su razón de vivir y de ser una mejor persona.
“En las cosas simples, sencillas, es que está el verdadero encanto. Una caricia de mi hija o una mirada de ella, es maravilloso. Mi consigna actual es ‘no quiero invertir en lo material’. Quiero invertir en momentos y en vivencias, porque te das cuenta de que la vida es un suspiro”, afirma.
El fin de la relación. Según Jatnna, la separación de quien fuera su esposo se dio de manera “civilizada” y con mucho cariño.
“Manolo es una persona a quien quiero muchísimo y que será mi familia por el resto de mi vida. Tenemos una buena relación, que yo no pienso permitir que se dañe”, asegura.
La conductora de “Con Jatnna” resalta que Manolo es un padre “extraordinario” y que por el cariño que le profesa siempre lo va a defender. “El concepto de familia que tenemos no se ha perdido”, señala tras considerar que ahora mismo se encuentra en un proceso de renacimiento.
Planes y ritos de fin de año. El final de un año y el inicio de uno nuevo representa para Jatnna el hacer muchos planes, recapitular sobre las cosas e incluso hacer una lista de propósitos. Esta lista la encabeza con dar prioridad a los detalles pequeños, como el reunirse con sus amigas, y a las vivencias.
“Yo hago una carta en la que me exhorto a cumplir con unas metas. ¡Eso es muy chulo! Al final del año cuando la abres te das cuentas de lo que pudiste lograr”, dijo y añadió que entre sus planes está el hacer otra maestría e incursionar en la radio.
Para despedir el año y recibir el nuevo su familia se reunirá en casa de su hermana Leslie. Allí estarán presentes las costumbres españolas heredadas de su madre como el comer 12 uvas. Aunque no tiene cábalas, le gusta ponerse una pieza de color rojo.
Exhortación a los dominicanos. A horas de comenzar el 2016, Jatnna envía un mensaje de paz a todo el país. “Yo estoy preocupada por el brote de violencia. Debemos sanarnos como sociedad; a veces nos sentimos contra la pared o que n o hay salida y eso no es así. Tenemos que reafirmar la fe, el amor y la capacidad de ayudar, porque la violencia solo conduce a tragedia, llanto, dolor, sufrimiento”.
Exhorta a la ciudadanía a poner de su parte para tener una sociedad sana.