Jaua: de tildes y prosodia (I)

Jaua: de tildes y prosodia (I)

Esta escritura, de tres vocales consecutivas y una consonante al inicio (j), que llamamos /jota/, /jota castellana/ y /aspiración/, me inclina a pensar y repensar,  porque son de las formas que me suelen preguntar acerca de su escritura o pronunciación, más bien, de su acentuación, digamos, en el presente caso.

Por eso, antes de algún requerimiento, si lo hubiere, me dedico a explorar las normas de los dos códigos de la lengua: oral y escrito. Está Jaua, muy a menudo, en estos días, en la prensa armada, en razón de que se trata del apelativo de un funcionario que prácticamente vive en un avión entre Caracas y La Habana.

Es el canciller venezolano Elías Jaua, cuyo apellido, antes casi desconocido, ahora altamente familiar por su presencia en la prensa internacional por las misiones en el caso de la salud de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, recluido en un centro de salud de la capital de Cuba.

Vaya contraste entre mi preocupación por un tema de lenguaje y el caso de la recuperación del mandatario que ha puesto su gran empeño en el futuro de los países hermanos del continente.

Jaua: tres vocales /a/,/u/,/a/ en medio de dos aes, vocales abiertas, llamadas en otros tiempos  vocales fuertes, y la /u/ al centro, vocal cerrada, llamada anteriormente vocal débil.

En verdad, alguien me había preguntado. Su inquietud era por la tres vocales unidas y ninguna con la marca de acento ortográfica (tilde). Le respondí con otra pregunta:

– Sabes ¿nunca te has inquietado en situación aproximada en las escrituras de: /Jagua/, /Nagua/, /Magua/, /agua/…?

Son las mismas vocales sólo con el intermedio de una /g/, pero podrían darse diferentes pronunciaciones en cualquiera de los casos, aunque podría ser que algunas coincidirían, quizás todos.

Precisamos: En el lenguaje tenemos el empleo de dos códigos: el código oral y el escrito. En principio, casi todas las palabras son tónicas: las que portan el acento, aunque no se les marque en muchos casos: temprano, ayer, anoche, soledad.

Temprano / y /anoche/ son llanas o breves, acento en la penúltima sílaba; ayer y soledad, son agudas, acentuación en la última sílaba. No se les marca. Sin embargo a: salió y comprará, sí se les marca; como a cráter y cóndor. Las dos primeras, agudas; las dos siguientes, llanas. Este ejercicio o ejecución recomendado por las reglas gramaticales, de cuándo sí y cuándo no (va o no va el acento ortográfico).

Si escribiere /termino/, /termino/ y /termino/ consecutivamente, no sabría decir más que: Pronúnciamelas para yo poner oído y decidirme:

a) T/é/ermino: Es esdrújula, acento en la antepenúltima sílaba; siempre se le marca como a número, último…   

 b) Term/i/no: Es palabra llana; se recarga la prosodia sobre la /i/ medial de la segunda sílaba; no se le marca, por ser llana terminada en vocal; y

 c) Termin/ó/: El acento recae sobre la /ó/ de la última sílaba; palabra aguda. Se le marca en esa circunstancia de tener más de una sílaba y recibir el refuerzo, entonacional en la última de ellas…

 Sin embargo, existen palabras que carecen de acento (prosódico) es decir, que carecen de esa vocal que reciba el refuerzo de la elevación del tono de la voz, por ejemplo: conjunciones y preposiciones: /y/ (conjunción)  Juan /y/ Pedro, pronunciamos Juan/i/Pedro;

 Ella vive /en/ casa  (en, preposición). No decimos: vive /en/, sin detenimiento ni refuerzo prosódico sobre la /e/ de /en/. Estas voces se denominan palabras /átonas/ o sin acentos.

 Nota: Desarrollaremos en la siguiente entrega el tema planteado al inicio de esta parte.

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