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POR PAVEL LEREBOURS
Javier Bardem es Ramón Sampedro, el tetrapléjico de cuya vida se inspira la última película de Alejandro Amenábar, Mar Adentro. Ramón luchó durante más de 25 años para conseguir lo que él llamaba una muerte digna, acudió en varias ocasiones a los tribunales para expresar su deseo de morir legalmente a través de la eutanasia, pero todo fue inútil.
Su caso, que concluyó con una muerte asistida en enero de 1998, desencadenó un gran debate social en España y tuvo una amplia repercusión en los medios de comunicación.
En Mar adentro, Javier Bardem hace un excelente trabajo de caracterización, metido en la piel y los huesos de Ramón, construye a través de la voz y la mirada a un personaje digno, que se desborda en optimismo e ironía. Recrea a un hombre cargado de paciencia, de serenidad y valentía, alguien que con una amplia sonrisa cuestiona las reglas sociales que no le permiten escoger su propio destino. Por este trabajo Javier Bardem ha recibido varios premios como el Goya al mejor actor, la Copa Volpi del Festival de Venecia, el galardón al mejor actor protagonista de los premios del Cine Europeo.
EL ACTOR
Miembro de una familia tradicionalmente vinculada al mundo de la actuación. Su madre es la actriz Pilar Bardem y sus abuelos los también actores Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro.
Su primera aparición fue en la televisión de la mano de su madre. Su debut en el cine le llegó de la mano del director Bigas Luna, su mentor y descubridor, cuando en 1990 le ofrece un pequeño papel en la película Las edades de Lulú, filme basado en la novela de la escritora madrileña Almudenas Grandes.
Su primer papel de protagonista, otra vez, fue bajo las órdenes de Bigas Luna en Jamón, jamón, un intenso e interesante drama racial, que retrata un grupo de castizos personajes en una historia sobre dos triángulos amorosos. Por este papel recibió varios galardones: premio al mejor actor del Círculo de Escritores Cinematográficos, premio revelación de la Unión de Actores, entre otros.
En 1993 vuelve a trabajar con Bigas Luna, como protagonista de Huevos de oro, en la que hizo de especulador inmobiliario. Por ésta interpretación fue candidato a los premios Goya al mejor intérprete masculino. Ese mismo año trabajó con el director Imanol Uribe en Días contados, donde encarnó a un heroinómano en fase terminal. Por ese trabajo ganó en 1995 el Goya al mejor actor de reparto.
En 1996, por su papel en Boca a boca, donde encarnaba a un joven actor que tiene que trabajar en una línea de teléfonos, ganó el Goya al mejor actor protagonista. Ese mismo año se trasladó a México para protagonizar con Rosie Pérez, Perdita Durango, de Alex de la Iglesia, una road movie sobre una mujer sin escrúpulos y un asesino, quienes emprenden una huída tras secuestrar a una joven pareja.
En el año 2001 consiguió ser el primer actor español nominado al Oscar por su interpretación del escritor cubano Reinaldo Arenas en la película Antes que anochezca.
En el año 2003 ganó el Goya al mejor actor por su trabajo en Los lunes al sol. El crítico Ángel Fernández escribió: Javier Bardem alcanza la genialidad en una magnífica película. Divierte, emociona, libera, embauca, hace reír, crea solidaridad, despierta las raíces de la amistad y la simpatía, el infortunio de estas gentes expulsadas de sus raíces y sin conexiones con la norma de la sociedad en que flotan sin destino.
