Hace 10 años, con el entusiasmo que la soledad inspira, mi viejo amigo Tony Domínguez y un servidor iniciábamos un proyecto radial al que algunas personas no le veían futuro con claridad.

Para hacer un proyecto radial no es necesario contar con el respaldo de los que nunca creen en nada.

Tony Domínguez y un servidor eran amigos desde Casa de Teatro, año 70.

Una comida con unos amigos me permitió identificar de nuevo sus rutas, hablamos del programa y todo se inició… Era 1994.

JAZZOMANIA SE INICIA EN LA 104.5FM, EN MEMORIA DE SEMORILE. 1994.

El conocido y fenecido ejecutivo radial J. Semorile se encantó con la idea del programa, y su hijastro William nos abrió las puertas de la emisora.

Hay que hacer constar que William Aquino sabía perfectamente que su emisora era de Salsa y que el espacio de 6 a 8 de la noche era preciado por los promotores de aquella música, a pesar de ello: el espacio de 6 a 8 PM era para nosotros, distinción que hoy reconocemos con humildad y generosidad.

El programa Jazzomanía a partir de entonces comenzó a realizar cada domingo experimentos para buscar sus formas y su standar.

En esos años, corría un ardiente 1994 electoral fuerte, dispuesto a cerrar las puertas a Peña Gómez hacia el poder, conspiración a la que quien escribe no se prestó, porque si por alguna razón yo regresaba de nuevo a la República Dominicana, era porque ese proceso histórico, social, antropológico y nacional, fuera del país, jamás podría vivirlo.

A mi llegada tuve que buscar trabajo, encontré en El Siglo Paniaguado, que no era lo mismo que otros Siglos que yo había conocido.

Era un momento en que el fraude electoral del 1994 tenía sus agentes oficiales en periódicos y otros espectros mediáticos, yo lo sabía, como persona que desde mis 14 años (mis inicios en el Listín Diario, versión Herrera Sorribas, para que no haya ni confusiones ni contusiones) las redacciones de los periódicos siempre tienen sus sutiles calieses de turno, a pesar de todo ello, en aquella caótica versión de El Siglo me ganaba la vida (y tengo muchos testigos en el Hoy de mis posturas, ex miembros de aquella aventura paniaguada) y mi programa de Radio Jazzomanía era una experiencía de fin de semana que me alargaba la vida, porque tenía que comenzar de cero: toda mi familia vivía en el exterior, la real. Nadie entendía porqué vivía en el Hostal Nicolás de Ovando, yo tampoco tenía que dar explicaciones de asuntos personales, de esa época tengo todos mis recibos de pagos, uno por uno, firmados por Verónica Sención o sus hijos..

(Si desean, me pueden desmentir…)

La vida tiene opciones simples, reales: era lo que yo en ese momento, con un sueldo de 11 mil pesos, podía pagar, al margen de que la Zona Colonial era un ícono de la historia de mi mejor infancia, lugar donde viví casi desde los 5 años entre San Pedro de Macorís, la Avenida España 17, al lado de doña América viuda del Risco, huelgan los detalles, que los de Iván del Risco…

En medio de todas estas situaciones, al llegar al país en 1994, se inició Jazzomanía, un programa radial de jazz, que ya logra cumplir 10 años y justo en este 2004, se cumple la década de un programa que ha rodado por la radio, de modo literal, más que una bola de nieve, a mucha honra díriamos Tony Domínguez y un servidor.

Debemos agredecer a los propietarios de la 104. 5, la tolerancia, el cariño y la dedicadición que nos dieron en la medida que pudieron mantenernos en su programación, y lo agradecemos porque hicieron un intento de formato de jazz en una emisora privada, hecho que en aquellos momentos no se veían en una emisora pública, las que tradicionalmente, pagadas por los contribuyentes, son las que deben auspiciar programas como Jazzomanía u otros programas de música especializada.

La audición de Jazzomanía aumentó en la 104.5.FM, logramos agregarle a la emisora un nuevo público, cosa que logramos al extremo de que con la visita de Juan Luis Guerra y Crispín Fernández, con motivo de la muerte de Tavito Vázquez, se hizo un prograna especial al que Juan Luis asistió en vivo a nuestro programa, programa que fue valorado y escuchado con pasión y valor: le habíamos rendido desde Jazzomanía, un gran homenaje a una de las grandes figuras del jazz dominicano (¡que existe!), admirados por todos nosotros, este programa está en los largos archivos de Jazzomania/periodo 104.5, según la clasificación de todo nuestro material.

En fin, que en nuestros comienzos tenemos excelentes y grandes agradecimientos a los de la 104.5FM, la llamada Super.

Esa fue una etapa.

[b]EL AÑO 1996 2000 FUERA DEL AIRE Y EN EL AIRE: JAZZOMANIA AL ATAQUE /LA 1510 AM[/b]

Por asunto de mercado, falta de anuncios y otras experiencias, nos vimos obligados a salir de la 104.5, que había intentado una interesante experiencia de jazz en su programación, que los fines de semana, incluía Jazzoamanía como complemento de todo su proyecto diario.

Nos fuimos contentos de la 104.5, porque todos hablamos con sinceridad y yo sabía, además, que la experiencia no incluía que los productores de Jazomanía buscaran anuncios…

Duramos desde 1994 hasta 1996, sus finales, en la 104.5, logramos crear un público y un estilo de radio para hacer programas de jazz.

La experiencia nos mostraba que los ejecutivos de emisoras, violando la lógica de la produción radial, pretendían que los creadores del programa hicieran de buscadores de anuncio, nosotros creíamos en la división del trabajo, nosotros preparabámos sofisticados programas escpecializados de jazz, entendíamos que era de otros profesionales la tarea de buscar mensajes publicitarios, porque de eso se trata en el trabajo de equipos especializados: que cada quien vaya a lo suyo, y haga el trabajo para el que está entrenado: nosotros somos especilistas en elegir música e historia, hacer la puesta en escena radial, escribir guiones temáticos, comprar la música en el extranjero, con dinero propio no de la emisora etc.

A lo largo de este tiempo, estos 10 años, Jazzomanía ha operado de este modo: hemos buscado nuestra propia música y en eso nos pasamos la vida con pasión y alegría, solo para servir y difundir la música que entendemos es la mejor: el jazz, solo el jazz.

Entonces, hacia 1996, otro año de campaña electoral, el programa de jazz medianamente conocido entra en la AM en la antigua Radio Radio conocida como 1510, Jazzomania dura allí hasta el año 2000, y el Ingeniero Badía se convierte en un fans de nuestro programa. Al final, nunca supimos la audiencia real de un programa que había pasado de FM a una emisora histórica de AM , como la 1510.

[b]AZZOMANIA ATACA DE NUEVO LA 95.3: DESDE EL 2000 HASTA EL 2001; MISTERIOS DE LA RADIO DE EDUCACION, DIGNIDAD SOBRADA DE JAZZOMANIA[/b]

Lo cierto es que duramos allí dos años justos, sin tener esperanzas algunas de ir a otra emisora.

En el año 2000, con la sugerencia y ayuda de Juan Basanta Ortiz, Jazzoamnía se traslado a una emisora de FM, la 95.3, que por ser del circuito de Educación, pensamos que era el lugar más adecuado para que un programa como Jazzomanía perdurara, no sucedió.

Duramos en la 95.3 desde el 2000 hasta el 2001.

No aceptamos condiciones de pequeños caciques, poseidos de un perredeismo radial y autoritario que daba lástima, tampoco busqué padrinos o madrinas para mantener un programa educativo de jazz, que lo correcto hubiera sido que su dial fuera la emisora de la Secretaría de Estado de Educación,pero vivimos en Rep. Dominicana y todo hay que hay que esperarlo.

Nos largamos de la susudicha emisora: el tiempo demostró que valía la espera fuera del aire.

[b]JAZZOMANIA CDN RADIO DESDE EL 2003: DE NUEVO EN EL AIRE…

Jazzomanía estuvo fuera del aire el año 2002.[/b]

En Septiembre del 2003, Jazzomanía estaba de nuevo en el aire, esta vez Víctor Víctor y Salvador Hasbun apostaron a un proyecto renovado, que apenas en el 2004 comienza a desarrollarse y proyectarse, hasta el momento éste ha sido el derrotero de nuestro programa Jazomanía, que todos los domingos sale al aire en CDN Radio desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la noche..

De todos modos, Jazzomanía cumple en el 2004 diez años de avatares, creatividades y persistencia por un inmenso amor a la música, al jazz y ese laberinto surrealista que es la radio cuando tiene los mejores propósitos…