El Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) rechazó las denuncias del expresidente Leonel Fernández de un supuesto fraude en su contra en las primarias. En cuanto a que el fuego que afectó a la sede de ese organismo fue el principio de la conspiración para robar los códigos de seguridad o llaves criptográficas del software del voto automatizado, aseguró que es una hipótesis fantasiosa o patraña, porque a esa fecha, 21 de julio, las claves no existían.
Retó a quienes han hablado de un fraude, presentar pruebas o de lo contrario son calumnias.
“Esta institución desmiente categóricamente la posibilidad de una cosa como esa”, expresó en rueda de prensa el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, junto a los miembros Roberto Saladín Selin, Carmen Imbert Brugal, Rosario Graciano de los Santos y Henry Mejía Oviedo
El fuego. Castaños Guzmán refirió el fuego en uno de los almacenes de la JCE y que Fernández alegó que fue el principio de la conspiración.
“Eso no tuvo absolutamente nada que ver con los equipos que se utilizaron en las primarias del 6 de octubre”, los cuales afirmó se encontraban a kilómetros de donde ocurrió el sinistro.
Indicó que el 21 de septiembre, o sea, dos meses después del hecho fue que se introdujo el software clonado a las 7,372 máquinas que se iban a usar en igual cantidad de mesas electorales, luego los padrones y por último las boletas.
Expresó además que la última partida de los equipos llegó el día primero de agosto.
Recordó que los técnicos de los bomberos y la Policía determinaron que el incendio ocurrió por un corto circuito. Atribuyó esa versión del expresidente Fernández a tres posibles cosas: un error, una hipótesis fantasiosa o una patraña mendaz.

Transmisión. Con relación al argumento de que fueron pirateadas las redes de la transmisión de resultados, detalló que los datos viajaron en una autopista o línea privada administrada por las prestadoras Claro y Altice a quienes se les requirió que certifiquen si esas líneas fueron perturbadas de manera maliciosa que hagan dudar de lo transmitido. Justo ayer ambas prestadoras certificaron que no hubo ataques.
“Esta es una historia que ha ido cambiando, comenzó con unos rusos, siguió con una persona que la identificaron de apellido Gómez, eso después fue desmentido, ahora la nueva versión vamos por un indio que parece se estableció del corral del mismo”, expresó.
Auditoría forense. Respecto a la auditoría forense al voto automatizado, aseguró que la JCE no ha cedido a que se haga por la manifestación frente a la entidad, sino que ya estaba predeterminado, e incluso los términos de referencia son públicos.
Dijo que ellos son los más interesados en que eso se esclarezca porque la democracia lo necesita, el sistema de partidos y los usuarios. “No le tenemos ningún temor a que ese proceso sea investigado”, dijo.
Con relación al reclamo de Fernández de que participen observadores y parte de su equipo en la auditoría, Castaños afirmó que la empresa a contratar, mediante procedimiento de urgencia, tendrá su protocolo, ya que una investigación de ese nivel no se puede hacer en medio de una “bullaranga”.
Respecto al costo, dijo que no se ha establecido y que la JCE no escatimará en ello aún tenga que hacer un plan de austeridad porque buscará la mejor empresa, cuyo contrato, tiempo y valor se hará público.
En cuanto a que la auditoría no se hizo porque el gobierno no entregó los fondos, recordó que los recursos para las primarias entraron poco a poco, lo que retrasó la llegada de los equipos que antes de ser auditados debían pasar varias pruebas, que terminaron en septiembre.
Asimismo negó que los equipos sean cadáveres ya que están “vivitos” y resguardados con todos sus elementos. Asimismo que cada equipo tiene autonomía e individualidad.
Votos del sur. En tanto sobre el retraso en la transmisión de resultados desde provincias del sur, Castaños afirmó que en algunas zonas remotas la conectividad no era buena y debieron desplazarse. Recordó además que la JCE prometió dar los resultados de manera simultánea a partir de las 4:00 y que se permitiría la votación a las personas que estaban en las filas al cierre, lo que no fue objetado.
Respecto a que en algunas mesas de esa región los porcentajes llegaron a 70% cuando la media nacional fue 25%, dijo que se trata de una conducta electoral y que lo importante es que quienes votaron estaban inscritos en ese colegio. Dijo que de las 821 mesas cuyos datos supuestamente llegaron de forma extraña después de las 6:40, todas se contaron a mano y los resultados no variaron.
Pruebas. Advirtió a quienes esparcen especies “mentirosas, que una acusación sin pruebas es una calumnia. No obstante manifestó que no cree que sometan a nadie por difamación, ya que “la verdad tiene una fuerza tal que cuando ella llega desenmascara los mentirosos por ella misma”.