Jean Alain debe darse una dosis de ubicatex y bajar de las alturas
Acostumbrado a ser el centro de la atención y creerse merecedor de loas y tratos preferenciales, Jean Alain Rodríguez olvida que como exprocurador ha vuelto a ser un hombre normal. Por ello, encauza sus miedos hacia el presidente Luis Abinader en lugar de dirigirse donde corresponde: la Justicia y la Policía Nacional.
Aunque es evidente que la Procuraduría General de la República es una zona minada para él gracias al inmerecido maltratro a la otrora jueza Miriam Germán, siempre existe el camino de una buena querella ante la Fiscalía del Distrito Nacional, donde aún está una de sus pupilas. ¿Por qué no fue hasta allá?
Fundadas o no, las amenazas de muerte que Jean Alain habría recibido ocuparon la atención de la tuitósfera, donde el exprocurador terminó algo sazonado y troleado.
La respuesta de Ángel Rondón y Víctor Díaz Rúa no se hizo esperar y, al desmentir a Jean Alain, coincidieron en que lo quieren vivito, coleando y sentado en el banquillo de los acusados. No faltaron tuiteros para estar de acuerdo.
Los tuits de Rondón dejaron a todo el mundo en shock. Por ejemplo, dijo que no entiende cómo Jean Alain busca protección de Abinader cuando quiso que él lo ayudara a acusarlo.
Tildado de cobarde por muchos, tampoco faltó quien le recordara a Jean Alain que el poder es efímero y que se puede salir de él por la puerta de atrás.
Ser el centro de la animadversión debe llevar a Jean Alain a reflexionar, ¿por qué la gente le tiene tanta manía? Gratis, no es. Por tanto, debería revisar su actitud y darse un tratamiento de humildad. Nunca es tarde para comenzar.
El exprocurador, de tan grande, fue donde Abinader. Tal vez espere que le dé una pela a Miriam Germán