Jean Alain

Jean Alain

Claudio Acosta

Aunque no soy abogado y, por lo tanto, no puedo emitir juicios “técnicos” sobre las acciones de sus defensores, lo menos que puede decirse de su trabajo es que lo están intentando todo, con lo que están justificando con creces, y el correspondiente despliegue mediático, lo que le están cobrando al ex procurador Jean Alain Rodríguez, principal imputado en el caso Medusa mediante el cual, según la acusación del Ministerio Público, se habría estafado al Estado con alrededor de seis mil millones de pesos.

Ninguna de esas acciones, para su desgracia, ha tenido resultados positivos, lo que no impidió que esta semana, mediante instancia remitida a la procuradora Miriam Germán Brito, recusaran a los 29 fiscales anticorrupción que investigan el caso, incluyendo a Wilson Camacho y Yenni Berenice Reynoso, solicitando que en su lugar sean designadas otras personas.

Según el Consejo de Defensa de Jean Alain esos fiscales nunca debieron manejar el proceso ya que cuando su cliente era Procurador trabajaron juntos de manera directa, por lo que no son objetivos.

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Tampoco hace falta ser abogado para atreverse a pronosticar que ese recurso no prosperará, aunque por absurdo o jurídicamente improcedente que parezca no se le puede negar a un hombre desesperado el derecho de intentar hasta lo imposible por recuperar, por lo menos, su libertad, pues estar preso en este país, como ya tuvo la oportunidad de comprobar, es una experiencia traumática; y, en el peor de los casos, equivalente a pasarse una temporada en el traspatio del infierno, como saben los que han estado presos en La Victoria o el 15 de Azua.

Sus tormentos, sin embargo, están lejos de terminar.

La Pepca acaba de solicitar una prórroga de cuatro meses para continuar investigándolo, y es probable que la única que pueda impedir que la jueza la conceda es la Virgen de La Altagracia, que ya debe estar siendo contactada por los diligentes abogados del exprocurador.

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