Al ver su rostro, vestido de dolor, nadie puede pensar que la tragedia, esa que muestra en la pantalla grande, es el espejo de su propia existencia.

Y es que Jean Remy Genty, ese actor de 49 años, que encarnó a un profesional de la contabilidad que cruzó la frontera domínico-haitiana hace 15 años tratando de buscar una mejor vida, cuenta su propia desgracia en la película “Jean Gentil”.

Arropado por la pobreza extrema, Remy Genty vive en una angosta casucha levantada en la azotea de un vetusto edificio contiguo al Mercado Modelo, del sector San Carlos, donde opera un pequeño taller de enmarcados. Ese espacio no tiene comodidad ni seguridad.  Es la caridad de amigos lo que lo mantiene allí. 

 “La gente ve como estoy, siempre estoy buscando trabajo en la calle”, explica Remy Gentil en un perfecto español,  y agrega: “Me ha encantado leer las buenas noticias sobre la película, veo que siempre sale ganando premios y yo estoy contento y orgulloso, solo eso”.

El filme “Jean Gentil” es dirigido por la dominicana Laura Amelia y el mexicano Israel Calderón y su estreno en el país se produjo el pasado 10 de marzo.

El documental ha ganado menciones y premios especiales en el Festival de Cine de Valencia, Nuevo Cine Latinoamericano, de Venecia,  de Miami, de Las Palmas en Gran Canaria y el Festival Coreano de Jeonju, entre otros.

Aunque ha logrado estelaridad por medio a la pantalla grande, en su vida real Remy Genty  aún no termina de materializar sus aspiraciones.

“Yo sigo buscando mi vida. 
Antes impartía clases, ganaba RD$2,000 mensuales y podía pagar una habitación con su baño dentro, pero ahora  sufro mucha hambre y tampoco tengo con qué comprar unos zapatos.  Yo no tengo dónde poner mis cosas, mis bultos siempre están llenos de ropa, ando como una persona loca en la calle”, explica.

Dijo que llegó a ese lugar porque no tenía dónde dormir y el dueño del taller le permite pernoctar en él. “Yo no tengo familia en República Dominicana y no quiero que ellos vengan a sufrir. Yo no tuve hijo ni mujer, yo tenía el sueño de tener una casa buena y tener mis ahorros antes de casarme, por eso hice el esfuerzo de pagar una universidad, pero en mi país (Haití) si no tienes una recomendación de un funcionario, no consigues nada”, indica.

Estudios. Además de  una licenciatura en Contabilidad, Remy Genty domina varios idiomas, entre ellos inglés, francés y alemán, en adición ha tomado cursos técnicos en Informática.

Película
Remy Genty dijo que   le pagaron RD$110,000 en la película, dinero que le fue entregado en partes durante seis meses.

Aclara que no tiene problemas con los directores de la misma, ni guarda resentimiento.

Zoom

Los directores

Opinión

En la edición del viernes el periódico El Nacional publicó que Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, directores de la película “Jean Gentil”, rechazaron las versiones que les atribuyen un trato inadecuado al actor principal de la película.

“Entendemos perfectamente situaciones en las que surja este interés de hacer un contrapunto del éxito de la película contra la situación de Jean Remy. Son totalmente predecibles y comprensibles. Tampoco podemos hacer mucho al respecto, la gente es libre de preguntarse lo que le pueda interesar y Jean es libre de interpretar su versión de lo que vive. Ese es su derecho”, señalaron Guzmán y Cárdenas.

Aclararon que el éxito de la película reside no en una recaudación económica, sino en que la película sea expuesta y abra caminos para nuevas temáticas dentro de la cinematografía nacional e internacional.

Lo que desea

Jean Remy Genty aclara que no tiene problemas con los directores de la película, ni guarda resentimiento porque no le hayan tomado en cuenta como beneficiario de los premios y reconocimientos alcanzados en el extranjero.

“A mí mucha gente me dice que me busque un abogado para que reciba parte de esos beneficios, pero yo no quiero, no quiero ponerme en guerra con nadie”, expresa.

También reconoce que el documental es una obra de ellos, aunque tuvo el papel protagónico del mismo. “Ellos saben; me conocen hace cinco años y creo que no debo pedirles que me ayuden.  Los que saben de ese tipo de trabajo me dicen que el actor principal tiene beneficios y yo quisiera tener parte de ellos, al menos una parte”, precisa.

Admite que él autorizó escribir la historia, pero no firmó documentos.