Este año se celebra los 65 años de Jeep, el TT (todoterreno) que nació para servir el ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y que posteriormente evolucionó hasta convertirse en el auto que con su nombre define todo un segmento.

POR: MAURIZIO FRIGATI

El 23 de julio de 1941, mientras Europa ya se batía en una dramática Segunda Guerra Mundial, y cuando todavía Estados Unidos no se había implicado en ella –lo haría en diciembre de ese mismo año tras los ataques por parte de Japón a su base militar de Pearl Harbor– aparece por primera vez un Jeep, un vehículo creado expresamente para ser utilizado por las fuerzas militares estadounidenses.

Pero antes que el novedoso vehículo pudiese entrar en acción transcurrieron tres años de investigaciones bajo las órdenes del ejército norteamericano, quien había pedido la creación de un vehículo ágil, flexible y rápido para poder ser utilizado en las condiciones más adversas del campo de batalla.

En concreto se pedía la creación de un vehículo capaz de transportar 650 libras, que la distancia entre ejes fuera menos de dos metros y con una altura total por debajo de los 90 cm. Debía de poderse conducir de 6 a 100 Km/h, ser capaz de realizar giros de aproximación y alejamiento de 45 a 40 grados y soportar maltratos sin dañarse. Además debía incorporar un parabrisas abatible, tener iluminación de conducción y su peso no debía superar las 1,350 libras.

Tres fueron las empresas escogidas para asumir el reto: Ford, Bantam y Willys-Overland con los prototipos “GP”, “Blitz Buggy” y “Quad” respectivamente. Al final, y después de varias modificaciones, se eligió el diseño llevado a cabo por Willys-Overland, aunque éste incluía también algunos elementos de los modelos creados por Ford y Bantam.

En verano de 1941 Willys asumió la producción de 16,000 vehículos en su fábrica de Ohio, EEUU. No obstante, y ante el gran volumen de unidades que se le encomendaba, el ejército estadounidense ordenó a la empresa que pasara sus diseños a Ford para que se pudiera aumentar la producción. De este modo, a lo largo de toda la Segunda Guerra Mundial, Willys-Overland y Ford llegaron a fabricar alrededor de 600,000 Jeeps.

El uso que se le dio a este vehículo durante la contienda fue muy variado, como transporte de camillas o de todo tipo de municiones, camioneta de carga, transporte representativo para oficiales, e incluso su capota llegó a ser utilizada como mesa de poker por los soldados, quienes se mostraron muy convencidos de la labor prestada por el vehículo en la guerra.

Así se expresó el veterano oficial del ejército Ernie Pyle: “no creo que pudiéramos continuar la guerra sin el Jeep. Lo ha hecho todo. Tuvo en todas partes. Ha sido fiel como un perro, duro como una mula y ágil como una cabra. Transportaba el doble de peso para el que fue diseñado, y aún así andaba adelante”.El General Geroge C. Marshalll aseguró que el Jeep era “la mayor contribución de América a las operaciones de guerra modernas”.

Un vehículo civil

Finalizada la Segunda Guerra Mundial los creadores del Jeep comenzaron a divagar acerca del uso que se le podía dar a este vehículo que había concluido con éxito la labor que se le había encomendado. Se empezó entonces a ser utilizado en múltiples funciones como vehículo civil de trabajo.

En 1945 surge el CJ2A, un año después se crea el primer Station Wagon completamente de acero, este modelo se considera el precursor del Cherokee. En 1948 aparece el Jeepster, un TT de características deportivas de dos puertas.

En la década de los 50 la empresa Willys-Overland fue adquirida por Kaiser Corporation, quien introduce el modelo CJ5. Es en ese entonces la gran evolución civil del Jeep, pero no será hasta los años sesenta cuando estos vehículos iniciaran su verdadera expansión.

En 1962 se presenta la serie J: “Todo nuevo y todo Jeep”, estos eran los primeros Jeep que se alejaban de las formas que habían sido utilizadas como vehículos militares para adaptarse a un mercado civil más demandante. El nuevo motor de seis cilindros doblaba la potencia del cuatro y el V8 era capaz de desarrollar una potencia de 250 caballos. Además disponían de un cambio más sencillo de manejar.

A finales de los 80 la empresa vuelve a cambiar de manos, esta vez es la compañía American Motor Corporation la que se hace cargo de Jeep. En aquellos años los CJ5 dominaban las carreras de todoterreno y se introdujo una edición limitada del Renegade II pintados de amarillo, verde y naranja, simbolizando cada color las victorias conseguidas.

Unos años más tarde, Jeep cambia nuevamente de dueños y entra a formar parte del Grupo Chrysler. En 1974 ya el Cherokee había aumentado su gama, y en 1978 nace lo que se puede considerar como el primer SUV de lujo con el Wagoner, primero en incorporar elementos como asientos de piel, aire acondicionado y radio-cassette estéreo de serie.

Poco después se lanzaría la serie XJ, único todoterreno de cuatro puertas y 4WD con cambio CommandTrac y sistema de tracción SelecTrac. Más tarde la firma se propone crear un vehículo que combine el lujo, con el confort, la seguridad y el fácil manejo. El resultado fue la aparición del ZJ, también conocido como Gran Cherokee.

Durante estos 65 años la marca evolucionó adaptándose a las cambiantes necesidades de un mercado cada vez más exigente. Un recién ejemplo de ello es el Commander, un Jeep de siete plazas que no pierde nada de sus capacidades de todoterreno.

Para celebrar su 65º aniversario Jeep ha lanzado cuatro series especiales: un Wrangler, que añade un mayor equipamiento al modelo más emblemático de la marca, un Cherokee de aspecto más deportivo, un Grand Cherokee como buque insignia de Jeep y por último el Comander, el Jeep que permitirá excursiones trialeras a familias numerosas.