Santiago de Chile, (AP).- La armada reconoció que su servicio oceanográfico no alertó claramente a la presidenta Michelle Bachelet de la inminencia del tsunami posterior al terremoto del sábado que abatió poblados y puertos chilenos dejando hasta ahora 799 muertos y una cantidad de víctimas aún no totalmente cuantificadas.
El jefe de la armada, almirante Edmundo González, en declaraciones a la televisión estatal el martes en la noche, dijo que «la Presidenta llamó para ver si se mantenía la alerta. Nosotros fuimos poco claros en la información que le entregamos», reconoció el almirante González.
La armada sólo informó cuatro horas después de ocurrido el terremoto que pudiera haberse registrado un posterior tsunami, cuyas olas se abalanzaron sobre numerosas poblaciones costeras a partir de media hora después del devastador sismo, a las 03:34 hora local (06:34 gmt) del sábado 27 de febrero.
La información errónea entregada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (Shoa) de la armada a la presidenta la llevó a suponer que el tsunami había sido descartado.
Sin embargo, a esa misma hora ya se había producido la llegada de olas gigantes en diversos puntos del océano Pacífico, afectando a zonas costeras de dos regiones al sur de esta capital.
«La presidenta llamó al Shoa como a las 05.15 para ver si mantenía la alerta que habíamos dado hace aproximadamente una hora y diez minutos atrás. Fuimos poco claros en la información que le entregamos, no fuimos lo suficientemente precisos para decir a la Presidenta (que) se mantiene o se cancela (la alerta). Hubo titubeo por parte nuestra», agregó González en sus declaraciones a la televisión estatal.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) informó en la mañana del miércoles que hasta ahora 799 personas murieron.
El domingo, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, ya había anticipado el error al informar después de una reunión de emergencia de Bachelet con sus ministros, al decir «la verdad, aunque duela: lo que se dió en la costa es un maremoto aquí» o en cualquier parte.
El almirante González insistió en la entrevista televisiva que el Shoa había alertado del tsunami a la (Onemi) del gobierno. Dijo que por lo tanto, admite «una responsabilidad compartida» por las muertes que causó el tsunami.
El tsunami arrasó numerosas localidades costeras y cientos de personas se encuentran desaparecidas. Durante todos estos días, los familiares hacen llamados por las radios y la televisión en busca de sus familiares desaparecidos.
El gobierno ha evitado criticar a la armada y ha señalado que no es el momento de buscar responsables por los posibles actos de negligencia, según dijo el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma.
El presidente electo Sebastián Piñera, quien asume el 11 de marzo, deslizó una nueva crítica al gobierno saliente al expresar que por la gran magnitud del sismo 8,8 «había un grave peligro de tsunami. Lo que un gobierno debe hacer es anticiparse a los problemas».
El jefe del estado mayor de la defensa nacional, general de ejército Cristián Le Dantec, evitó criticar abiertamente a la armada, pero reconoció a la prensa que la alarma era por una marejada fuerte, que el gobierno transmitió. «Efectivamente, nunca dijeron: ahí viene un maremoto», aclaró.
El jefe de la fuerza aérea, general Ricardo Ortega, también deslizó una crítica a las autoridades al sostener que dos horas después del terremoto tenían dispuesto aviones para trasladar ayuda, pero no recibió la orden de las autoridades civiles.
Opositores al gobierno lo han criticado por no decretar inmediatamente el sábado el estado de catástrofe y la designación de jefes militares a cargo de la seguridad pública, lo que según ellos, habría evitado el pillaje desatado ese día en Concepción, la segunda ciudad de Chile más cerca del epicentro del terremoto.
El gobierno decretó el estado de catástrofe el domingo y los jefes militares han ordenado amplios toques de queda, que en Concepción, 500 kilómetros al sur de la capital, se extendió el martes desde las 18:00 horas hasta el mediodía del miércoles.
En Concepción, la autoridad militar informó que 35 personas fueron detenidas la noche del martes y la madrugada de este miércoles por infringir el toque de queda, informó la radio Cooperativa.
En tanto, el gobierno comenzó a recibir la ayuda internacional solicitada, como hospitales de campaña, equipos purificadores de agua, teléfonos satelitales que le fueron entregados por los presidentes brasileño, peruano y boliviano y la secretaria de estado estadounidense en un breve pso por el aeropuerto de Santiago.