Jefe de la Policía
Cuenta de dónde viene cree con estudio
y trabajo se triunfa

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POR FERNANDO QUIROZ
Desde su pequeño pueblo, Miches, en el este del país, Bernardo Santana Páez fue desarrollando ansias de progresar y a muy temprana edad centró sus esfuerzos en los estudios y el trabajo.

Nació en El Seibo porque en aquella época en Miches, donde vivía su familia, no había hospitales. Desde niño sintió vocación por el trabajo. En Miches vendió aguacates y limpiaba zapatos. En la capital, tenía un ventorrillo que abastecía con compras de madrugada en el mercado, antes de viajar a la academia policial.

Hoy todo el país sabe que Santana Páez, de 53 años, se ha convertido en el primer jefe de la Policía, en los 71 años de historia de la institución, en alcanzar el rango de teniente general dispuesto por el presidente Leonel Fernández mediante el decreto 76-07. Detalles sobre su vida fueron testimoniados anoche en La Esquina Joven de HOY por él.

Santana Páez escuchó y respondió pacientemente todas las preguntas del público. Iba de lo serio, con respuesta técnicas propias de la labor policial,  y a veces sorprendía con ocurrencias jocosas que provocaban la risa del auditorio.

A quien le insinúaba temas partidarios los evade argumentando que no es político, sino policía de servicio para toda la sociedad. Participaron como público estudiantes de periodismo de la O&M, de secundaria del Colegio Experimental Nuevo Orden, y cadetes del cuarto año de la Academia Policial 2 de Marzo.

El joven Santana Páez llegó a la capital, procedente de Miches, e ingresó a la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Alquiló una “pieza” en la calle Manuel Arturo Peña Batle, del Ensanche La Fe, donde pagaba siete pesos con cincuenta centavos.

Comenzó a trabajar como obrero en la entonces Sociedad Industrial Dominicana (Mercasid). Fue ascendiendo, y pasó a promotor de ventas, y andaba con corbata en una guagua tipo ban. Llegó a ser la segunda persona de mando en el departamento de envasado de aceite maní. Fue entonces, en 1978, cuando su posición ejecutiva para ingresar como conscripto a la Policía porque era el requisito para poder entrar como cadete. Esa era su verdadera vocación, dijo, pues desde muy joven mostró gran inclinación por la investigación.

Hizo el denominado centro en la academia policial para cadetes durante seis meses.

En la época conoció al teniente puertorriqueño Rivera Figuereo, encargado de asuntos juveniles, quien necesitaba a un joven con destreza en esténciles en maquinilla. Él logró el puesto. Luego, a través del oficial boricua obtuvo una beca para estudiar en Puerto Rico, donde obtuvo una licenciatura en justicia criminal.

Aunque reconoce que la Policía le abrió las puertas para estudiar, recordó que al regresar de Puerto Rico se chocó altos niveles de marginalidad, pues en el 1987 llegó con conocimientos fuera de época empleando términos como ciencias forenses y zona criminológica. Supo esperar u tiempo, dijo.

EN MICHES

En el municipio costero de Miches, la familia de Santana Páez era dueña de tierra sembrada de cocoteros a orilla de mar. Siendo muy niño iba sólo en yola a llevar comida a familiares en un trayecto de siete kilómetros, del pueblo a la finca.

HÁBILIDAD ESCOLAR

Cuando niño, Santana Paéz creó diversas habilidades en la escuela. Dibujaba y coloreaba los mapas mundial y continentales y le cobraba a sus compañeros rezagados de clase por el trabajo.

En séptimo curso, contó, su profesora Australia Berta de Aquino (Miledys), siempre decía que Bernardo sería médico por la gran capacidad de recordar nombres de medicamentos.

Igualmente, era bueno para memorizar textos de biología, historia y matemáticas.

PRIMER CUARTEL

Su primer acercamiento a un cuartel policial fue en Miches, cuando era niño. Ese espacio se había convertido en su centro de trabajo, donde lustraba zapatos a los agentes y recibía pagos mensuales por su servicio.

Allí, narró, atravesó por su momento más triste. Un policía se fue sin pagarle un peso con cincuenta centavos por concepto de las lustradas de zapatos de todo un mes.

Entre risas recuerda, que ya en la capital, se encontró con ese sargento, y él ostentaba el rango de mayor.

-Venga acá rápido, recordó que le ordenó.
-Usted no se acuerda de mi, le expresó.
-No, señor, le respondió el sargento.
-Búscame lo cuarto que me quedaste debiendo en Miches, le refrescó la memoria.
-!Bernardo!, exclamó el sargento y se abrazaron. Santana Páez dijo que le cobró su peso con cincuenta centavos.

DE VENTORRILLO A LIBRERÍA

En la calle Peña Batlle casi esquina Juan Alejandro Ibarra, el joven Santana Páez colgaba racimos de guineo y colocada rumbas de yuca, plátanos y naranjas en su ventorrillo. Las compras las hacía de madrugada en el mercado y dejaba atendiendo el negocio para irse a la academia policial. Las ventas aumentaron y hasta llegó a comprar una camioneta.

Luego se dedicó al negocio de la librería, con venta de textos sobre ciencias forenses. Sus últimos negocios han sido en el área de gas propano y desarrolla proyecto turístico en terrenos familiares y adquiridos en Miches.

TENIENTE BARRIGÓN

Ya pasó la época “del teniente barrigón bruto”, dijo el jefe de la Policía. La prioridad actual, añadió, es contar con agentes preparados que lleven buenas investigaciones para satisfacer la demanda de solución a crímenes de la sociedad. 

En su jefatura, indicó, un caso no tumba otro, pues se preocupan por dar respuesta adecuada en la medida que se presentan. Santana Páez explicó a los jóvenes que concibe y trabaja por un modelo policial de prevención, que acerque al policía a la comunidad. Está consciente, señaló, que la Policía nació enferma.

ALANTE, ALANTE

La familia de Santana Páez disfruta poco de su compañía. La posición le ha quitado el tiempo para almozar juntos y él hasta para domir bien. Cuando es día festivo para el país, que su familia cree compartirá con él, es cuando comienzan sus patrullas en barrios como Capotillo, donde muchos jóvenes ya lo saludan con la jerga “Uté ta alante, alante”.

Muchas veces sus hijos están inscritos en su agenda trabajo, pero tiene que cancelarle ante una emergencia determinada.

ESTUDIOS REALIZADOS:

Santana Páez se graduó de Bachelor of Arts in Criminal Justice (licenciado en Justicia Criminal), con concentración mayor en Criminología y menor en Ciencias Policiales, en el International Institute of the Americas, de San Juan, Puerto Rico, el 12 de noviembre de 1983. Inició sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), carrera que terminó posteriormente en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Desde 1984 es miembro de la Sociedad Americana de Criminología.

Entre sus estudios también figuran un Postgrado en Derecho Penal en la UASD, en 1993. En ese mismo centro académico realizó una Maestría en Derecho y Relaciones Internacionales y, además, tiene un grado en “Suficiencia Investigativa” (3 años) de la Universidad del País Vasco y actualmente realiza un Doctorado (Ph.D.) en Derecho, Sociedad y Democracia, en esa misma universidad. En Austria, Bélgica, Alemania y Francia realizó estudios en el área de Criminalística.

Realizó el Curso de Fotografía Criminal Básica, auspiciado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y el Federal Bureau of Investigation (FBI); el curso principios de Fotoacabado (Fotografía Criminal), con la Kodak Caribbean L.D.T. y el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Puerto Rico; Curso de Pruebas de Campo de Sustancias Controladas (Drogas), en el Laboratorio Criminal de la Policía de Puerto Rico; Curso de Técnicas de Laboratorio Criminal (Ciencias Forenses), en el Laboratorio de Criminalística de Puerto Rico, Cuartel General; Hato Rey, Puerto Rico. Realizó estudios de Derecho, Seguridad y Gobernanza Global en Vitoria-Gasteiz, España.

Otros estudios realizados por el General Santana Páez son el Curso de Balística Forense (Identificación de Armas de Fuego), en la Escuela de Oficiales “El Picacho”, en Tegucigalpa, Honduras, con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos; Curso de Investigación de Falsificación de Monedas, con el Servicio Secreto de los Estados Unidos; Curso de Investigación y Análisis de Inteligencia, con los Marshall Federals de los Estados Unidos; Curso sobre Técnicas para Detectar e Identificar Vehículos Hurtados, con la Academia de la Policía de Puerto Rico, Gurabo, Puerto Rico; Curso de Prevención del Uso Indebido de Drogas, con el Departamento de Estado de los Estados Unidos; y el Curso de Inglés, en la Escuela Hilborrought, en Tampa, Florida.

Asimismo, realizó el Curso de Investigación de Vehículos Robados, en la National Automobile Thelf Bureau, de los Estados Unidos; Curso sobre Aspectos Forenses de la Investigación de Desastre Mayor, con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en el Hospital Gorgas, Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, en Panamá; Curso de Patología Forense, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Curso de Derecho Constitucional, Penal y Penalogía, (UASD).

Estudió Investigación de Documentos Dudosos en un curso con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

LA DÉCIMA

El teniente general,
Bernardo Santana Páez,
es quien de su infancia trae,
muchas ansias de triunfar,
un ejemplo a imitar,
por cada uno de ustedes,
este hombre que procede,
de muy humildes raíces,
es a quien al joven le dice,
atrévete que tú puedes.

Juan María del Orbe.

esquinajoven@hoy.com.do

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