Hoy 
El jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, calificó hoy de excelentes las relaciones existentes entre esa institución, el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), situación que aseguró ha permitido asestar golpes sin precedentes al crimen organizado, especialmente al narcotráfico.
El mayor general Guzmán Fermín dijo, además, que ningún caso ocurrido en el país ha provocado ni provocará tensiones o discrepancias entre los citados organismos.
El jefe de la institución del orden precisó que por el contrario las relaciones con el Ministerio Público y la DNCD, así como con las Fuerzas Armadas, son más estrechas que nunca, lo que ha permitido asestar contundentes golpes al narcotráfico y al crimen organizado en la República Dominicana.
Sostuvo que el crimen organizado ha sufrido en carne propia la alianza y armonía que impera entre los organismos de seguridad del Estado y el Ministerio Público, lo que se ha traducido en mayor tranquilidad y paz para la ciudadanía.
Empero, el mayor general Guzmán Fermín, no descartó que sectores que han sido afectados por la unión entre la Policía, el Ministerio Público y la DNCD, siembren cizañas con miras a debilitar la contundencia de las acciones adoptadas.
Garantizó que mantiene una constante y fluida comunicación con el procurador general de la República, Radhames Jiménez Peña; el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio; y el director de la Dirección Nacional de Investigación (DNI), mayor general Ramón Aquino García, y el director DNCD, mayor general Rolando Rosado Mateo.
Nosotros mantenemos una permanente comunicación y una fluida colaboración interinstitucional en todos los casos para enfrentar el narcotráfico y la criminalidad, precisó el jefe policial.
Explicó que todas las acciones que realiza la Policía cuentan con un representante del Ministerio Público.
Reiteró que al crimen organizado y a la delincuencia sólo le quedan tres caminos: primero, desistir de sus acciones; segundo, abandonar el país; y tercero, o se abrirán las puertas de las cárceles para recibirlos.
