GAZA, (AFP) – El jefe de los servicios secretos palestinos, Tarek Abú Rajab, resultó gravemente herido el sábado en un atentado con bomba en el que murió uno de sus guardaespaldas, lo que hace temer que la violencia entre los palestinos se generalice en la franja de Gaza.

Otras ocho personas quedaron heridas en el atentado ocurrido en medio de crecientes tensiones y enfrentamientos esporádicos entre fuerzas leales al Fatah del presidente Mahmud Abas y activistas del movimiento islamista Hamas.

«Tarek Abu Rajab resultó gravemente herido. Se encontraba en un ascensor cuando se produjo la explosión», afirmó una fuente de inteligencia, que habló de una «tentativa de asesinato».

   «Su vida no corre peligro», dijo Bakr Abu Safia, jefe de los servicios de urgencia del hospital Chiffa.

Según fuentes médicas palestinas, Abu Rajab deber ser trasladado a un hospital israelí para ser atendido.

Su guardaespaldas y sobrino, Alí Abu Hassira, murió en la explosión, según una fuente médica del hospital Chiffa.

   La mayoría de los otros ocho heridos, dos de los cuales están graves, son guardaespaldas de Rajab, según una fuente médica.

Todo hace pensar que el atentado fue preparado minuciosamente. En momentos que el jefe de los servicios secretos estaba en un ascensor con sus guardaespaldas y se disponía a abandonar el cuartel general de su servicio, estalló una bomba que al parecer fue colocada bajo el aparato, según fuentes allegadas a los servicios.

 Unos minutos después, cuando miembros de la seguridad palestina transportaban al hospital a Abu Rajab, el convoy blindado en que viajaban fue tiroteado por desconocidos, afirmó una fuente de la seguridad.

«Nos vengaremos de los traidores», gritaron cientos de partidarios del Fatah que hacían disparos al aire, durante los funerales del guardaespaldas muerto.

   «La tentativa de asesinato del jefe de los servicios secretos palestinos Tarek Abu Rajab es una peligrosa escalada y un atentado contra la seguridad nacional», declaró Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente Mahmud Abas, que se encuentra en Charm el-Cheij en Egipto, donde participa en un foro económico.

«LLevará a un deterioro de la situación en los territorios palestinos», agregó, precisando que Abas había ordenado la «formación inmediata de una comisión de investigación».

Tarek Abu Rajab había sido nombrado por Abas a la cabeza del servicio secreto en abril de 2005.

Abu Rajab había dirigido la delegación palestina durante las recientes conversaciones efectuadas en Amán después de informaciones de Jordania que acusaban a Hamas de introducir clandestinamente armas al reino para cometer atentados, lo que Hamas desmintió.

En 2004, el general Abu Rajab escapó a una tentativa de asesinato en Gaza, siendo herido por balas en una pierna y en el pecho, mientras murieron su chofer y uno de sus guardaespaldas, en un ataque contra su convoy.

Este atentado se produce cuando los enfrentamientos armados entre militantes del partido Fatah del Abas, numerosos en los servicios de seguridad y milicianos activistas de Hamas, se han multiplicado en los últimos días.

En la noche del viernes al sábado, tres palestinos fueron heridos en Gaza en enfrentamientos entre la Seguridad Preventiva, fiel al Fatah, y la nueva fuerza paramilitar del gobierno de Hamas.

En una entrevistas difundida el viernes por la cadena europea Euronews, Abas descartó recurrir al estado de emergencia, haciendo valer que «la Autoridad Palestina sólo tiene una dirección según la ley y nos preocuparemos de que sea así».

El miércoles, auxiliares armados de la policía, pertenecientes a una nueva fuerza de 3.000 hombres bajo las órdenes directas del ministro del Interior Said Siam, fueron desplegados en Gaza, a pesar de la oposición de Abas.

Para contrarrestar esta situación, el presidente palestino decidió el jueves reforzar en Gaza la presencia de los servicios de seguridad.