Guterres dijo que el mundo está “en una encrucijada”, en plena transición hacia un orden mundial todavía por determinar
El secretario general de la ONU, António Guterres, presentó ayer, jueves, su Nueva Agenda de Paz, un documento en el que plantea medidas para solucionar y prevenir conflictos en un mundo que vive “en una encrucijada”, en plena transición hacia un orden mundial todavía por determinar.
“Nos encontramos ahora en un punto de inflexión. El período posterior a la Guerra Fría ha terminado”, explica el informe, que vaticina un sistema multipolar, pero “cuyos contornos aún están por definir».
Según Guterres, “en este momento de transición, las dinámicas del poder se han fragmentado cada vez más a medida que surgen nuevos polos de influencia, se forman nuevos bloques económicos y se redefinen los ejes de las disputas».
“Existe una mayor competencia entre las grandes potencias y una pérdida de confianza entre el Norte Global y el Sur Global. Distintos Estados tratan cada vez más de reforzar su independencia estratégica, al tiempo que intentan maniobrar por encima de las líneas divisorias existentes”, señala.
En esa coyuntura, advierte, se prevé una mayor “competencia geoestratégica en las próximas décadas”, con más conflictos, nuevos récords en el gasto militar y una erosión de los acuerdos de control de armamentos y gestión de crisis que ayudaron a mantener la estabilidad en el pasado. “Su deterioro, tanto a escala mundial como regional, ha incrementado la posibilidad de peligrosos enfrentamientos, errores de cálculo y espirales de escalada. El conflicto nuclear vuelve a formar parte del discurso público”, dice el informe.