Hoy 
El jefe de la Policía Nacional, mayor general Jaime Marte Martínez, recibió ayer en su despacho a una comisión de los familiares de los jóvenes secuestrados el pasado 26 de diciembre, en la provincia María Trinidad Sánchez (Nagua).
La información la ofrecieron el vocero de la Policía, coronel Ramón Francisco Rodríguez Sánchez y la señora Melania Javier Aracena, quien confirmó que al mediodía de ayer el jefe policial recibió y conversó durante más de dos horas con los padres de los secuestrados señores, Sixto Javier, Regina Aracena y Eladia Valdez, así como los hermanos Cándida, David y Amarilis Javier.
Los familiares de los secuestrados, Gerson David González Valdez y Tito Javier Aracena, dijeron que le ofrecieron todos los detalles del caso a la Policía, conforme lo habían prometido.
«En el día de hoy, (ayer) los familiares vinieron a formalizar la denuncia. Los oficiales investigadores de la Policía están haciendo las pesquisas de lugar. Hay personas detenidas con relación a este caso», explicó el coronel Rodríguez Sánchez.
Señaló que los detenidos y bajo interrogatorios, fueron apresados en distintos puntos del país, pero descartó dar más detalles porque la fase de investigación es secreta, aunque prometió que tan pronto se tengan los detalles pormenorizados, se darán a conocer a la opinión pública.
La señora Javier Aracena ponderó las gestiones hechas por el presidente del Senado, Jesús Antonio Vásquez, quien en su presencia se comunicó con el jefe policial, el cual le aseguró que en el día de ayer conversaría con los familiares de los secuestrados, con lo cual cumplió.
Explicó que en las casas de algunos miembros de su familia han recibido llamadas telefónicas de un tal Juan, el cual les manifiesta que vayan a recoger el cadáver en el Morgan (hospital Luis Eduardo Aybar, en la capital) lo que ha causado angustia y desesperación, porque no especificó a cuál de los secuestrados se refirió.
Aseguró que la familia Javier le aportó al jefe de la Policía y a los investigadores del caso, todas las informaciones requeridas a su alcance, «caiga quien caiga» porque lo más importante para ellos es preservar la vida de sus hijos.
Una fuente familiar narró el momento difícil que vivió David Javier, cuando los raptores recibían el dinero en la capital, señalando que dos personas en una motocicleta vestidos de militar, recibieron el dinero, pero que David observó un poco más atrás, a una jeepeta negra, a la que le bajaron varios de los cristales y que ahí David vio el rostro de su pariente, quien le hizo una seña, la cual no pudo captar, pero que de repente los ocupantes del vehículo se la lanzaron encima, salvando la vida milagrosamente.
