El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, reveló ayer que 32 miembros de la institución han caído asesinados en cumplimiento de su deber en lo que va de año, lo que ha dejado en la orfandad a más de cien niños, cuya atención y protección ha tenido que asumir el organismo.
Polanco Gómez habló con los periodistas momentos después de encabezar una misa, que fue oficiada por el cura párroco Angel Barroso, en honor a los miembros de la Policía que han caído en los primeros siete meses de este año.
Polanco Gómez declaró que la protección y manutención de los huérfanos corren por cuenta de la institución y la Asociación de Esposas de Oficiales de la Policía Nacional, que han tenido que pagar y gestionar becas y darle asistencia a través de diversos programas sociales.
En la actividad, realizada en ocasión de la celebración del Día de los Padres, el jefe de la Policía envió un mensaje de felicitación a todos los padres, en especial a los que integran las filas de la institución y los que laboran en distintos medios de comunicación.
Esos niños no son abandonados por la Policía, ya que la seguridad social en cierta medida los protege, al igual que la Asociación de Esposas de Oficiales, que gestiona otras ayudas como la entrega de becas, lo cual permite que puedan continuar con el sano desarrollo de su niñez y después insertarse a la sociedad como profesionales en distintas áreas, precisó el mayor general Polanco Gómez.