El jefe de la Policía de Puerto Rico, Pedro Toledo, criticó que desde el país salgan viajes ilegales hacia esa isla sin ser arrestados antes por las autoridades criollas y expresó su preocupación por la llegada a la isla en yolas, de numerosos delincuentes dominicanos repatriados desde Estados Unidos y que reingresan por esa vía a territorio norteamericano.

El jefe policial dijo que se trata de un problema realmente grave, porque en algunos caso son delincuentes que Estados Unidos persigue por tráfico de drogas y otros crímenes.

En otros casos son repatriados después de cumplir condenas en Estados Unidos, pero retornan ilegalmente en yolas.

Destacó que la semana pasada se produjo un desembarco de 170 indocumentados por la playa del pueblo de Manatí, donde fueron detenidos por lo menos seis que eran buscados por las autoridades de Pensilvania y Nueva York, acusados de narcotráfico.

Dijo que otros cinco de los detenidos eran reincidentes en organizar viajes ilegales, por lo que son interrogados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

«Es un problema grave y real, pero en múltiples ocasiones personas que son repatriadas vuelven de nuevo a regresar en yola a Puerto Rico», explicó Toledo.

Sin embargo, informó que se va a reforzar la vigilancia aérea y anunció que el mes entrante adicionarán dos nuevos helicópteros e instalarán un sistema de cámaras en las costas para detectar los viajes en yolas y el contrabando de drogas narcóticas.

Dijo apreciar los esfuerzos que hacen las autoridades dominicanas para enfrentar el problema y citó que recientemente sostuvo un encuentro con el jefe de la Policía, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez.

Sostuvo que Pérez Sánchez le expresó estar en la mejor disposición de seguir colaborando en la lucha contra los viajes ilegales.

No obstante, expresó que «en la República Dominicana se sabe de dónde salen esas lanchas, pero desgraciadamente, por alguna razón no han sido arrestadas esas personas».

Expresó su disposición de establecer más acuerdos de cooperación con las autoridades dominicanas, para ser más agresivos en el patrullaje y en la intervención contra los viajes de indocumentados y el narcotráfico.