Altos cargos de la inteligencia de EE.UU. reafirmaron ayer que no tienen dudas de que Rusia llevó a cabo ciberataques, dentro de una estrategia mucho más amplia, para tratar de interferir en las elecciones de noviembre en el país, ante el escepticismo expresado por el presidente electo, Donald Trump.
Los jefes de varios de los principales servicios de inteligencia de EE.UU. comparecieron en una audiencia en el Comité de Servicios Armados del Senado para abordar esos ciberataques atribuidos a Rusia y cuyo objetivo fue, según las investigaciones realizadas, ayudar a Trump a ganar las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
El director de la Inteligencia Nacional (DNI), James Clapper, subrayó que tienen claro “con mayor firmeza” que en octubre, cuando divulgaron sus primeras conclusiones, que Rusia quiso interferir en las elecciones no solo con ciberataques, sino con una estrategia “multifacética” que incluyó también propaganda, desinformación y noticias falsas. Esa estrategia de espionaje ruso continúa, según Clapper, quien dijo no haber visto ningún otro intento “más agresivo” o directo de interferir en un proceso electoral. El jefe de la DNI no entró a valorar si la injerencia rusa influyó en el resultado de las elecciones, ganadas por Trump frente a su rival demócrata, Hillary Clinton, y tampoco dijo si las acciones rusas fueron un “acto de guerra” al ser preguntado al respecto por los senadores, pero sí calificó lo ocurrido de algo de “enorme gravedad». Clapper, el subsecretario de Defensa para Inteligencia, Marcel Lettre, y el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers, entregaron una declaración conjunta al comité en la que afirman que Rusia es un “actor cibernético” que representa una “amenaza importante” para el Gobierno y la infraestructura militar, diplomática y comercial de Estados Unidos. “En los últimos años, hemos observado que el Kremlin ha asumido una postura cibernética más agresiva”, destacan. “Evaluamos que solo funcionarios del más alto rango en Rusia pudieron haber autorizado los recientes robos y revelaciones centrados en la elección (en EE.UU.)”, aseguran en la declaración. En la audiencia, el senador y excandidato presidencial republicano John McCain comentó que todos los estadounidenses deberían estar “alarmados” por esas acciones rusas, que tildó de “ataque sin precedentes a la democracia». Tanto McCain como el también senador republicano Lindsey Graham expusieron la necesidad de castigar a Rusia, país al que el Gobierno del presidente Barack Obama, impuso la semana pasada sanciones diplomáticas y económicas en represalia por los ciberataques. Rusia ha negado su implicación en esos ciberataques y Trump ha puesto en duda las conclusiones de los ser