Los Ángeles .- Han pasado diez años desde que Jennifer Hudson se alzara con el Óscar a la mejor actriz de reparto por su papel en el musical “Dreamgirls”, un logro que, a pesar del tiempo transcurrido, aún le sigue pareciendo “surrealista”, confesó la artista en una entrevista con Efe.
“Dios, aún me resulta surrealista que ganara el Óscar”, confesó la intérprete, que, con el primer papel de su carrera, se impuso a Cate Blanchett (“Notes On a Scandal»), Adriana Barraza (“Babel»), Rinko Kikuchi (“Babel») y Abigail Breslin (“Little Miss Sunshine»).
“Recuerdo que cuando llegaron a mi categoría y comenzaron a leer las nominadas, yo en mi cabeza me daba mi propio discurso. Me decía a mí misma que estuviera tranquila y que, pasara lo que pasara, yo ya había ganado al llegar tan lejos.
Cuando dijeron mi nombre, pensé- ‘No te muevas, eso solo lo has oído tú’”, explicó entre risas. Hudson, además, confesó que no llevaba un buen presentimiento consigo, ya que en aquel mismo escenario donde discurrían los Óscar, el del por entonces denominado Teatro Kodak (ahora Dolby), se celebró tres años antes la final de la tercera temporada del programa musical American Idol, donde fue eliminada.
“No sé por qué aún se me viene aquello a la cabeza antes que el Óscar”, reconoció. La artista lanza el próximo viernes “Sandy Wexler”, la historia de un cazatalentos de Los Ángeles (Adam Sandler) en la década de 1990, encargado de gestionar las trayectorias profesionales de un excéntrico grupo de clientes en busca de la gloria.
Las cosas se complican para el protagonista cuando se enamora perdidamente de su más reciente contratación, Courtney Clarke (Hudson), una cantante de gran talento que acaba de descubrir mientras actuaba en un parque de atracciones.
“Recuerdo que Adam me dijo que lo que pretendía hacer era una versión cómica de ‘The Bodyguard’”, dijo la actriz en alusión a la popular película de 1992 protagonizada por Kevin Costner y Whitney Houston.