El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM) señaló que espera que las ayudas anunciadas para Haití no se queden en la burocracia de las naciones donantes.
Destacó que se han hecho muchas cumbres por ese país que solo pueden ser valoradas en aspectos concretos que se materialicen.
El director nacional del SJRM, padre Mario Serrano, dijo además que mientras no se involucre a las organizaciones sociales en la recuperación ni se liberen las trabas burocráticas para la ayuda humanitaria en Haití, no se podrá avanzar.
Todas esas ayudas y esos millones que necesita Haití para desarrollarse esperemos que lleguen a la población haitiana y no se queden en la burocracia de los países donantes, expresó Serrano.
Puso de ejemplo que el SJRM tiene contenedores con alimentos procedentes de otros países que están varados desde hace un mes en Barahona porque las autoridades aduanales haitianas han incrementado los trámites.
Recordó que en Haití hay mucha gente en los campos pasando penurias y aún no se ha materializado la ayuda prometida por diferentes países y organismos ni siquiera en un 30%.
Hace falta que la misma burocracia haitiana tome una actitud para con los haitianos pobres que necesitan que la élite económica y la burocracia estatal tengan más misericordia con su propio pueblo, apuntó.
Serrano indicó que hace falta una intervención a largo plazo y de forma consistente en el país vecino, pero con una participación social activa.
Diáspora. El padre Serrano consideró como algo importante añadir que los haitianos no solamente deben ayudarse en Haití, sino también a su diáspora en los distintos países y eso va a implicar que los Estados tengan un trato digno para con los migrantes haitianos en cada uno de los territorios extranjeros.
Declaró que en el caso de la República Dominicana puede empezar con el ejemplo en la Ley de Migración y mejorando los chequeos y puestos fronterizos donde todavía queda mucho por hacer.