JESÚS DE LA ROSA
La Universidad de Los dominicos

<STRONG>JESÚS DE LA ROSA<BR></STRONG>La Universidad de Los dominicos

Fue en la primera década del Siglo XVI cuando el primer grupo de religiosos domínicos arribó a La Española. La mayoría de ellos procedía de la Universidad de Salamanca. Esos cristianos devotos, seguidores o alumnos de Francisco Vitoria, autor de la teoría del Derecho de Gentes, nunca dejaron de soñar con reproducir en esta isla los ambientes universitarios donde se habían formado.

Los sacerdotes domínicos venidos a La Española organizaron aquí un Estudio General dedicado a la formación de los religiosos y a la admisión y formación de los novicios. Dicho plantel inicio sus labores en el año 1518. En el mismo se leían cátedras de Teología Moral y Dogmática, y se formalizaban los planes de estudios vigentes en la Orden. Era un estudio pequeño, una especie de imitación del Estudio General San Esteban de Salamanca.

Los estudios realizados en un estudio general podían ser convalidados por los cursados en una universidad; pero, los grados, y los títulos académicos sólo las universidades podían conferirlos.

Pero un estudio general en la Villa de Santo Domingo de La Española sin el complemento de una universidad, y a más de 7 mil millas náuticas de Salamanca, hacía prácticamente inútil el esfuerzo que supone una carrera de varios años de estudios superiores. ¿Solución? La fundación de una universidad mediante la elevación a esa categoría del Estudio General Santo Tomás de Aquino ya existente en el Real Convento de La Española. Y fue ésa, precisamente, la que buscaron los religiosos domínicos de La Española al enviar una suplicatoria al Papa Pablo III en procura de que su Estudio General fuera elevado a la categoría de Universidad.

No debemos identificar el Estudio General Santo Tomás de Aquino, erigido por los religiosos domínicos en el Real Convento de Santo Domingo antes de 1538, con la Universidad de Santo Domingo que vino después, la que sí estaba facultad para conferir títulos y grados académicos de validez universal.

El Estudio General del Real Convento de los Domínicos de La Española fue elevado a la categoría de Universidad, con el nombre de Universidad de Santo Domingo, en virtud de la Bula In Apostolatus Culmine, expedida en Roma, el 28 de octubre de 1538, por Su Santidad el Papa Pablo III.

La Pontificia Universidad de Santo Domingo, la primera fundada en el Nuevo Mundo, la integraban cuatro Facultades: Teología, Derecho, Artes y Medicina. A sus aulas acudían estudiantes procedentes de Las Antillas y de Tierra Firme. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, egresaron de la Universidad Primada cientos de bachilleres, licenciados, maestros y doctores. Durante más de dos siglos la Pontificia Universidad de Santo Domingo estuvo expidiendo títulos reconocidos en todo el mundo sin oposición alguna de parte de la autoridad civil o eclesiástica.

Los primeros rectores de la Universidad de Caracas y de La Habana, ambas fundadas a principios del siglo XVIII, egresaron de la Pontificia Universidad de Santo Domingo.

La matrícula estudiantil de la Vieja Universidad, en ocasiones, sobrepasó los 400 estudiantes, en momentos en que la población de la ciudad de Santo Domingo era de unos cuantos miles de personas. Es decir, en términos relativos, la Universidad domínica estuvo tan masificada como hoy lo está su continuadora la Real y Pontificia Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Hacia mediados del siglo XVII, no obstante la decadencia de La Española, todavía la Universidad de Santo Domingo conservaba todo su esplendor y graduaba, en actos muy lucidos, en Artes, Teología, Leyes y Medicina. Y fue así durante siglos hasta su primera desaparición en 1821.

La UASD, al igual que la antecesora domínica, está organizada en Facultades; todavía en la Universidad estatal se leen unas que otras cátedras y permanecen inalterables algunos detalles relacionados con el protocolo de las ceremonias de graduación.

Pese al hecho incontrovertible de su existencia temprana, la autenticidad y legalidad de la Bula erectora de la Vieja Universidad fueran negadas por diferentes autores en diferentes ocasiones. Algunos hechos y circunstancias explican esas negativas: Hernando Gorjón, encomendero vecino de Azua, legó sus bienes para la fundación de un Colegio donde «se leyeran gratis todas las ciencias» en momentos en que la Alcadía de la ciudad de Santo Domingo le comunicaba al Rey Carlos I de España y V de Alemania, por carta del 20 de julio de 1538, que estaba construyendo una casa de piedra para estudios de gramática con ruego de que la misma se le considerara como un Estudio General. Dicha diligencia no fructificó; no obstante, la ciudad siguió insistiendo hasta conseguir que, por Real Cédula del 19 de diciembre de 1550, el Rey Carlos I aceptara la fundación del Estudio con la condición de que se le dotara con el legado de Hernando Gorjón. Por Real Cédula de Felipe II, firmada por la Emperatriz Juana en nombre de éste, en Valladolid, el 23 de febrero de 1558, el Colegio de Gorjón se erigió en Estudio y Universidad, con los privilegios de la Universidad de Salamanca con ciertas limitaciones. Años más tarde dicha Universidad fue bautizada con el nombre de Santiago de la Paz. De manera que, a mediados del siglo XVI, la Villa de Santo Domingo disponía de dos establecimientos de estudios superiores: la Pontificia Universidad de Santo Domingo; y la Real Universidad de Santiago de la Paz.

Debido a serias desavenencias entre las autoridades eclesiásticas y las civiles, la Universidad Santiago de la Paz no pudo mantenerse. En 1603 fue convertida por el Arzobispo de Santo Domingo, Fray Agustín Dávila y Padilla, en un Seminario Conciliar.

Referencias bibliográficas.Heredia; Vicente Beltrán «La Autenticidad de la Bula In Apostolatus Culmine Base de la Universidad de Santo Domingo Puesta Fuera de Discusión» Publicaciones UASD, Ciudad Trujillo, 1955.

Rodríguez Cruz; Águeda María «La Bula In Apostolatus Culmine Erectora de la Universidad de Santo Domingo Primada de América: Su Autenticidad y Legitimidad» Editora Universitaria, Santo Domingo, 1988.

Utrera; Cipriano «Universidades de Santiago de la Paz y de Santo Tomás de Aquino y Seminario Conciliar de Santo Domingo de la Española «Tipografía Franciscana, Ciudad Trujillo, 1932.

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