¿Cómo manejar las emociones de Niños y Niñas ante la tragedia?
Esta semana hemos sido testigos de una tragedia frente a nuestras casas. El colapso del techo en el Jet Set ha dejado más de 120 muertos hasta el momento. Seguramente muchos niños y niñas han perdido su padre, su madre u otro familiar. Para los demás, las imágenes en la televisión y en las redes sociales igualmente son traumáticas y pueden causar daños psicológicos. El susto y el miedo son sentimientos reales y naturales en esas situaciones.
En solidaridad con las víctimas y las familias afectadas, desde Plan International queremos ofrecer algunos consejos prácticos y mensajes clave para manejar el miedo y las emociones de los niños y niñas afectados. Esperamos que sea de ayuda a las familias en el proceso de duelo y contribuya a su bienestar emocional.
1. La Participación es clave
Es importante recordar que los niños y niñas no están ajenos a lo que sucede a su alrededor. Ellos y ellas sienten que su entorno está en duelo. Debemos hablar con ellos y ellas de manera abierta y respetuosa, brindándoles un espacio donde puedan expresar sus emociones y preocupaciones.
2. Utilizar el principio de la verdad
No debemos mentir a los niños y niñas. Hablar con la verdad es fundamental para que ellos comprendan lo que está ocurriendo y puedan procesar sus emociones de manera sana. Utilicemos un lenguaje adecuado a su edad, evitando detalles que puedan resultar demasiado complejos o traumáticos. La transparencia ayudará a generar confianza y a que se sientan seguros.
3. Reconocer las emociones de los niños, niñas y adolescentes
Al igual que los adultos, los niños y niñas tienen emociones intensas. Es importante hablar abiertamente sobre el duelo, el miedo, la tristeza y la rabia que pueden estar sintiendo y reconfirmar que estos son reacciones normales también para adultos. Proporcionemos oportunidades para que ellos y ellas puedan canalizar sus sentimientos a través de actividades creativas (dibujos, cartas, manualidades) que les permitan expresar lo que llevan dentro de forma saludable.
4. La persona adulta también necesita apoyo para apoyar
Para poder contener a un niño, niña o adolescente, es esencial que las personas adultas también se sientan contenidas. Si como adulta(o) no te sientes preparada o emocionalmente estable, busca ayuda. Hablar sobre tus propias emociones es una forma de modelar comportamientos saludables y mostrarles que está bien pedir apoyo cuando lo necesitamos. Recuerda que para que los niños y niñas estén bien, tú también debes estarlo.
5. Dar Información de forma adecuada a la edad
Es fundamental proporcionar información clara y basada en la verdad, adaptada a la edad y capacidad de comprensión de cada niño o niña. Explicarles lo que ha sucedido de manera que puedan entenderlo sin sobrecargarlos emocionalmente. La información debe ser gradual, brindando respuestas a sus preguntas según vayan surgiendo.
6. Resolver las dudas de manera transparente
Los niños y niñas pueden tener muchas dudas. Es importante escuchar sus preguntas y responderlas con honestidad, basándonos en la información que tenemos en ese momento. Y si no sabemos hay que reconocerlo también. No hay respuestas perfectas, pero sí podemos ofrecerles un espacio para compartir sus pensamientos y preocupaciones.
7. Acompañar los ritos de despedida
En el caso lamentable de que algún familiar haya fallecido, es esencial acompañar a los niños y niñas en los ritos de despedida, centrados en sus necesidades emocionales. Ver la muerte como algo natural, reconocer el dolor de la despedida y ayudarles a comprender que este proceso es parte de la vida. Además, podemos encontrar maneras de honrar la memoria de la persona que ya no está, como a través de las cosas que esa persona disfrutaba. Animar a los niños y niñas a escribir cartas, hacer dibujos o cualquier expresión creativa será muy útil para que puedan expresar su dolor y recordar con cariño a sus seres queridos.
8. Fomentar la resiliencia
Es importante recordar que los niños y niñas tienen una gran capacidad para adaptarse y superar situaciones difíciles, siempre que reciban el apoyo adecuado. Fomentar su resiliencia es clave en este proceso. Ayudémosles a encontrar fuerza en las pequeñas cosas, en sus vínculos afectivos y en el amor que reciben de las personas que les rodean.
9. Cuidar el bienestar psicológico
Además del apoyo emocional inmediato tenemos que pensar en un proceso de más largo plazo. Es crucial que los niños y niñas tengan acceso a profesionales de la salud mental que puedan acompañarlos cuando sea necesario en el proceso de sanación. El acceso a terapia psicológica y otros servicios de apoyo es fundamental para su bienestar en el futuro.
10. Fomentar la solidaridad y la comunidad
Durante situaciones traumáticas, la comunidad y el apoyo mutuo son esenciales. Animemos a los niños y niñas a compartir su dolor con sus amigos, familiares y otras personas de confianza. Sentirse parte de una red de apoyo puede ser clave para su proceso de curación.
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