El número de personas muertas por el desbordamiento del río Blanco o Soliette, en Jimaní, aumentó anoche a 195, establecieron los grupos de rescate que trabajan en el lugar, cifra que fue avalada anoche por el vicealmirante Radhamés Lora Salcedo.
Sin embargo, uno de los médicos establecidos en Jimaní dijo anoche al programa Informe con Alicia Ortega de la Cadena de Noticias (CDN), que los muertos posiblemente son de 800 a 1,000. Comentó que los desparecidos hay que considerarlos prácticamente fallecidos.
Ayer 126 cadáveres fueron sepultados en una fosa común. Hay todavía 500 personas desaparecidas o sepultadas en el lodo y los escombros, de acuerdo con las estimaciones de los grupos comunitarios que trabajan en los rescates con las autoridades.
En el boletín 6 del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), emitido en la tarde, se informó que había 122 heridos y 239 desaparecidos en Jimaní.
El río Blanco arrasó 300 viviendas. Esta corriente nace en Haití como Soliette y pasa a territorio dominicano donde cambia de nombre.
Todavía el servicio de agua del acueducto está suspendido, mientras los de energía eléctrica y telefónico fueron restituidos en algunos barrios.
Ayer equipos de la Secretaría de Obras Públicas trabajaban en la reconstrucción de las carreteras que destruidas por las aguas y que aislaron parcialmente a Jimaní.
Unos 40 cadáveres fueron encontrados por familiares que buscan entre el lodo. Fueron enterrados ayer mismo por exigencia de las autoridades para prevenir epidemias.
Carlos González Batista, representante en Jimaní del centro de asistencia Oxfarm International, dijo que por lo menos 16 cadáveres, que no pudieron ser identificados por miembros de la Defensa Civil y la Cruz Roja Dominicana, les fueron colocadas cintas para identificación posterior por los comunitarios que buscaban familiares entre los escombros.
Algunos cadáveres flotaban en el lago Enriquillo. Fueron arrastrados aproximadamente cinco kilómetros por los deslaves desde los barrios de Jimaní que fueron arrasados.
Entre el lodo y los escombros, arrojados por la corriente a dos kilómetros de las arrasadas comunidad Las Cuarenta, Las 40, La Curva, Batey y La Bombita, todavía ayer se encontraban cadáveres sepultados.
Para muchas familias había ayer una trágica paradoja cuando mostraban alegría al encontrar con vida a alguno de sus parientes y se desvanecía la disminuir la esperanza de encontrar a otros.
Un ejemplo de ello es Anastasio Nova, de 37 años, quien es comerciante y se encontraba en el bar de su propiedad cuando ocurrió la tragedia. Narra que su hijo, Nathanael Nova, de 14 años dormía solo en su casa. Esa casa, dijo, la construyó con el esfuerzo de toda una vida. El río arrastró la vivienda y con ella a su hijo a quien ya ayer daba por ahogado. Pero tremenda sorpresa se llevó cuando el jovencito fue encontrado con vida por miembros de la Defensa Civil en las aguas del lago Enriquillo.
Pero su alegría se perdió cuando recordó que su hermana Luisa Nova, un año mayor que él, fue arrastrada con seis niños, el mayor de catorce años y el más pequeño de tres meses. Sólo una niña fue rescatada.
Explicó que una de las niñas pudo ser rescatada por uno de los vecinos, cuando la mujer gritaba desesperada pidiendo auxilio.
AEl río se la llevó y no se ha podido ver jamás@, dijo Nova.
Familiares de las víctimas piden que las autoridades hagan una mayor esfuerzo y aporten más recursos para las brigadas de rescate.
Miguelina Pérez afirmó que es insuficiente el personal y los recursos para el rescate e incluso, para transportar los cadáveres.
Edwin Olivares, encargado de Operaciones de la Defensa Civil, dijo que alrededor de mil hombres, miembros de los organismos de socorro, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional están trabajando en la zona de desastre.
Dijo que cuenta, además con veinte ambulancias y que desde este martes en la tarde comenzaron a recibir alimentos, agua potable y medicinas.
[b]NORDESTE Y SUR[/b]
En el municipio de Arenoso, en la provincia Duarte, 100 familias fueron refugiadas en la escuela Salomé Ureña, mientras que La Cole, Majagual y Los Peinados están incomunicadas.
Asimismo, hay doce viviendas inundadas y caminos destruidos en Los Arroyos, Los Lirios, Monte Ada Nueva, La Lanza, Los Fordes y Polo, de Barahona.
El informe del COE destaca que en Santo Domingo Norte cinco familias fueron refugiadas en la escuela primaria de Villa Pompa, en las comunidades de yaguasa y Chirino 400 familias quedaron aisladas por la crecida del río Ozama.
También 52 familias se encuentran refugiadas en el local Desarrollo Comunal de El Tamarindo, así como 70 viviendas quedaron inundadas en el kilómetro 18 de la autopista Duarte.
[b]EL TIEMPO[/b]
Durante las próximas 48 horas disminuirán las precipitaciones, de acuerdo con las predicciones de la Oficina Nacional de Meteorología.
Las precipitaciones estarán acompañadas de tormentas eléctricas y tronadas en ocasiones, concentradas hacia la vertiente Sur de la Cordillera Central y el Valle del Cibao.
Meteorología mantiene el aviso contra inundaciones, desbordamientos de ríos, arroyos y cañadas, así como deslizamientos de tierra.
Mientras la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) se mantiene la declaración de alerta amarilla en todo el territorio nacional, mientras Jimaní se encuentra en alerta roja.