Jimaní y la ley de áreas protegidas

Jimaní y la ley de áreas protegidas

Ordenado por la Ley General de Medio Ambiente hay territorios para sembrar, territorios para habitar, territorios para construir y territorios para proteger. Pero si se aplica la correspondiente ley a estos últimos territorios, tal y como la sometió el Senado de la República, entonces tendremos más ejemplos como Jimaní.

Si se acepta una ley para las áreas protegidas como la que propuso el Senado de la República estaremos utilizando territorios que son para proteger para destinarlos a un uso inapropiado, como construir hoteles, carreteras y complejos habitacionales, promoviendo tragedias como las ocurridas en Jimaní y las que ocurrieron en Tamayo y en San Juan de la Maguana.

Lo de Jimaní pudo evitarse si la Ley de Medio Ambiente se hubiera aprobado hace muchos años, desde cuando comenzó a ser propuesta más de diez años antes de su aprobación en el 2000. La Ley de Medio Ambiente establece que no se puede construir en los cauces de los ríos, aún parezcan éstos «abandonados» por los supuestos «antiguos propietarios»: los ríos.

Pero en estos momentos, viendo la tragedia de Jimaní, todavía hay senadores, diputados, funcionarios y empresarios presionando al Presidente Mejía para que promulgue una ley que seguiría con la óptica de que cualquier sitio se puede utilizar para cualquier cosa.

Construir, por ejemplo, donde se quiere construir en el Pico Diego de Ocampo, privatizando una parte de esa zona protegida, expone construcciones y gente al desastre. Construir frente a las playas expone también al desastre, no tan solo por los huracanes, sino por la posibilidad de crecidas de ríos subterráneos que por su recarga pueden acumular fuerzas que arrastren zonas de playas completas repentinamente, porque eso ya ha ocurrido en algunas zonas costeras nuestras.

No es posible que sigamos viviendo de espaldas de los designios de la naturaleza. Y la elaboración de una correcta Ley Ambiental, y una correcta Ley Sectorial de Areas Protegidas busca destinar los territorios adecuados a cada uso necesario de las comunidades humanas sin afectación a esos designios, para evitar cosas como la de Jimaní.

Pero parece que esto no lo entienden los que presionan a Hipólito Mejía tras un falso desarrollo turístico.

[b]Otro Día Mundial del Ambiente[/b]

En medio de una feroz lucha por salvar el proyecto de Ley Sectorial de Areas Protegidas nos encuentra otro Día Mundial del Medio Ambiente. Pero éste no será igual nunca más a los anteriores, aunque quizás se parezca algo a los que vendrán.

Para el sábado 5 de junio próximo se está preparando un Encuentro Nacional de Ecologistas en la explanada que está en el Mirador del Sur, sobre el túnel de la Av. Núñez de Cáceres. Será «Un día de música, Esperanza y Rabia», pero además será el día en que el movimiento ambiental dominicano va a plantear a la sociedad dominicana que hay una posibilidad de extirpar los cánceres que la corroen y que hasta ahora se les ha permitido crecer porque parecen males irremediables.

Entre esos cánceres está la ocupación del Congreso de la República por la esencia de la delincuencia dominicana. Y que nadie diga que hay excepciones, porque si las hubiera ya hubieran renunciado de ahí o algo hubieran hecho para resolver esa desagradable situación, conocida por todo el mundo.

Pues el movimiento ambiental y ecologista se planteará iniciar un trabajo de dos años para encauzar una alternativa para llevar gente decente al Congreso Nacional.

En cada provincia del país hay gente decente que no ha querido mezclarse con la chimuchina que ha estado acabando con el país desde hace décadas. Pero creemos que ya es hora, y que no hay mejor basamento para esto que la filosofía de la conservación y la defensa de la naturaleza, que es a la vez el mejor orden económico que puede darse la República Dominicana.

Lo del sábado 5 de junio en el Mirador del Sur será todo un día de música, ejercicios, actuación, exhibición (videos) de los trabajos de las distintas provincias, coordinación de tareas y, finalmente, una proclama lanzando la ofensiva para la limpieza en el Congreso Nacional.

[b]La población que no participa[/b]

Entre los grupos que se mueven para evitar la aprobación de la propuesta de ley de áreas protegidas que altera aviésamente la propuesta de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se nota la ausencia de sectores que en determinados momentos han estado presentes muy activamente. Un caso notorio es la ausencia del estudiantado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, cuya antigua participación en luchas sociales fue hace un tiempo de mucho peso.

La población estudiantil de la UASD no es actualmente de la misma extracción social que la de antes. La participación de la UASD en luchas antiguas se debía a que la mayoría de los estudiantes pertenecían a la clase alta y media, quienes tenían más acceso a la educación universitaria. Eso también les condicionaba a tener mayor acceso a medios de cultura general.

Esa antigua población procedente de las clases alta y media están ahora en las otras universidades, mientras que la UASD es ocupada ahora en su mayoría por estudiantes de clase baja y con menor acceso a la información. Y eso es lo que ha llevado a su estudiantado otrora participativo y fogoso a permanecer indiferente ante situaciones como la que se ha presentado luego del desaguisado del Congreso Nacional de la República.

Este esfuerzo va para largo. De manera que es necesario elaborar información para el manejo de sectores sociales que no están siendo permeados por los medios, de manera que puedan estar enterados de lo que pasa y puedan sumarse, porque vamos a necesitarles y ellos necesitan esa información.

[b])Quienes estarán el 5 de junio?[/b]

La participación más importante en la celebración del Encuentro Nacional Ecologista contra el desmantelamiento de las áreas protegidas y por una cultura de la naturaleza, en el Mirador del Sur, será la de las comunidades que han librado las jornadas más importante de la lucha ecologista en la República Dominicana.

Estarán las comunidades de Bonao, presentando su historial de lucha contra la Falconbridge, contra la Mina del Higo y contra la Presa del mismo nombre. Estarán las comunidades de San Francisco de Macorís, presentando los resultados de sus esfuerzos por preservar la Reserva Loma Quitaespuela, por salvar el río Jaya y por tener cada 25 de abril la ciudad libre de humo y de vehículos motorizados en sus calles, la única ciudad de la República Dominicana que ha logrado eso.

También estarán las comunidades de Borbón (Capital Prehistórica de las Antillas), enarbolando su lucha por la defensa de las Cuevas del Pomier, contra los abusos de las empresas mineras, y por el mejoramiento de sus niveles de vida y entorno. Estarán las comunidades de Nagua y Cabrera, informando cómo lograron la protección de sus playas.

Estarán las comunidades de Cotuí, presentando su largo historial de lucha y padecimiento por la presencia de las minas de oro de Pueblo Viejo, como también sus planes de seguimiento. Estarán también las comunidades de Higuey, exponiendo sus preocupaciones y luchas por la pérdida de manglares y otras zonas costeras. Estarán las comunidades santiagueras enarbolando su lucha por la conservación del Pico Diego de Ocampo y para pedir que el Pico Trujillo dado por los senadores en su proyecto de ley recupere su nombre de Pico Duarte… y también habrá música, atabales, deportes, comidas y confraternidad.

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