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A la partida a destiempo de Jimmy Sierra, de otros artistas y
personalidades de su generación
(como Sonia Silvestre y VíctorVíctor), ahora se agrega la de
otro ser especial, cuya divisa, como las de los mencionados,
fue siempre su fe inquebrantable en las utopías: José Oviedo
Landestoy, conocido comoel Gordo Oviedo en los ambientes de la
izquierda y los movimientos progresistas dominicanos y
latinoamericanos.
No están entre nosotrosJimmy ni el Gordo Oviedo, tan necesarios
en estos tiempos difíciles, por su entusiasmo, caballerosidad y
su disposición de llevar a cabo proyectos aparentemente
imposibles; en una “América Latina (que) arriesga un retroceso de
dos décadas de avances”, según Rebeca Grynspan, secretaria
general de la Cumbre Iberoamericana; lo que supone que las
brechas sociales aumenten en vez de disminuir. Latinoamérica será la
segunda región más lesionadapor elCovid 19 después de Europa,
situación que se patentiza con la estimación de un
decrecimiento de 9.4%, según el Fondo Monetario Internacional
(FMI).
Ante tan dramático panorama,con su optimismo a flor de piel, ellos
responderían: no todo está perdido. En los últimos tiempos, ha habido
un incremento de lasolidaridad, tan ausente en el marco de las
políticas neoliberalesaplicadas durante décadas; y en otro orden,
se destaca el hecho de que la pandemia ha acelerado la
revolución digital, convertida en parte de la cotidianidad social,
independientemente de que con la crisis también crece la brecha
digital.
Retomando el accionar de Jimmy Sierra como gestor cultural y
creador, coincidimos con Mateo Morrison sobre el impacto del
entonces Movimiento Cultural Universitario (MCU): una especie de
micro-Ministerio de Cultura. Así,como se sentía la UASD en todo
el territorio nacional, con sus programas sociales y actos
culturales: coro, poesía coreada, teatro, cine-forums, entre
otras; y la coordinación con clubes culturales e instituciones
gremiales y religiosasgeneró una época de oro de la cultura y
el arte en la Republica Dominicana, cuyo momento estelar lo
constituyó la celebración del festival internacional “Siete Días
con el Pueblo”.
Jimmy Sierrahabía publicado su novela Idolatría, fruto de una
investigación y una reflexión de la historia nacional;pero fue en
su Diccionario Cultural Dominicano, en el que continuó con su
vocación de maestro, difusor de la cultura dominicana y de las
ideas en las que creía. Con el apoyo de Funglode y un equipo
especializado, pudo lograr una obra ejemplar, en el área de la
referencia bibliográfica. La comisión de apoyo estuvo integrada por
Reynaldo Disla, Héctor Martínez Fernández, Carlos José Peña y León
Felix Batista.
En el prólogo de la obra, el doctor Leonel Fernández, afirma:
“Este Diccionario Cultural Dominicano, elaborado por el doctor Jimmy
Sierra y un grupo de colaboradores, constituye un aporte de singular
significado en la bibliografía dominicana ya que proporciona a los
estudiosos del tema cultural en la República Dominicana una
herramienta que les permita navegar con facilidad por todo lo ancho
del espacio cultural dominicano.
(…).
“Concebida enforma de un diccionario enciclopédico, es una obra
didáctica y de consulta que trata de llenar un vacío. Con ella se
procura ofrecer una síntesis de las biografías y los
acontecimientos culturales claves en el devenir histórico
dominicano, y se ha realizado el mayor esfuerzo para precisar
fechas e informaciones que en algunos casos resultaban de
difícil acceso.”
El acto de circulación del diccionario, celebrado en el Auditorio Juan
Bosch de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, se convirtió en
una tertulia inmensa.
A raíz del deceso del doctor Sierra, diversos sectores y
personalidades expresaron pesar y lamento al conocer la noticia.
El Dr.Fernández, quien lloró al presenciar en el funeral el
cuerpo inerte de su querido amigo, en uno de los dos twits que
escribió al enterarse de su partida, expresó:
“Con profundo pesar despido a mi amigo y hermano Jimmy Sierra,
abogado, catedrático, cineasta y escritor. Noble ser humano e
irremplazable compañero de mil batallas, fuente de inspiración para
mí, guía y maestro, que ejerció gran influencia en mi evolución
política y profesional”.
El escritor Rafael Peralta Romero publicó en El Nacional, su
“Llanto por Jimmy Sierra”:
“ ‘La muerte no tiene hambre’, suele decirse –al menos en Miches-
cuando alguien considerado apto para el viajea lo ignoto sobrevive
para perpetuar sus maldades. Pero lo peor es cuando la parca
satisfacesus antojos cargandocon la gente buena y necesaria, como
lo hizo el martes ( 18 de agosto) con Jimmy Sierra, el hombre de
voz tenue y corazón blando”.