Washington. Muy pocos dan alguna opción a Bobby Jindal de llegar a la Casa Blanca en 2016, un escenario que no es nuevo para este político republicano, católico e hijo de inmigrantes que, contra todo pronóstico, se ganó la confianza de los sureños y se convirtió en el primer gobernador de origen indio de EE.UU.
Jindal creció en el seno de una familia de inmigrantes indios de Punyab (noroeste de India) en 1971 y que hoy anunció su candidatura presidencial, dio sus primeros pasos en Baton Rouge, en el corazón de la histórica Luisiana francoespañola, ciudad a la que años más tarde volvería para ocupar la Gobernación estatal.
Los primeros años de vida del aspirante republicano a la Presidencia parecen un ejercicio voluntario de “americanización” a la estadounidense, pues con tan sólo cuatro años cambió el nombre que sus padres le habían dado, Piyush, por el de Bobby, en honor a su personaje favorito de la serie “The Brady Bunch».
Años más tarde, ya de adolescente, Bobby Jindal también renunciaría a la religión de sus padres y en la que había sido criado, el hinduismo, y se convirtió en un ferviente católico, que compartió su andadura espiritual y sus luchas internas en la revista católica New Oxford Review.