LAS VEGAS, NEVADA (E.E.UU). Y ahora, ¿cuál es el futuro inmediato del boxeador dominicano Joan Guzmán?

La pregunta viene a cuentos, analizan expertos, tras lo ocurrido -la noche del pasado sábado- al púgil quisqueyano que vio frustrada la anhelada aspiración de conquistar su tercera corona mundial.

Su futuro en el boxeo activo podría calificarse de «tenebroso», creen expertos al evaluar lo acontecido la noche del pasado sàbado.

Guzmán no se presentó al cuadrilátero para contender con el estadounidense Nate Campbell a quien le disputaría el título del peso ligero (135 libras) avalado por tres organismos del pugilismo universal: Organización Mundial de Boxeo, Asociación Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo.

El suplicio de Joan comenzó la tarde del pasado viernes cuando no pudo hacer, en la báscula oficial, el peso reglamentario de 135 libras que certifica la división ligero.

Sorprendió a todos que Guzmán, en su primera subida a la báscula, hiciera 138,5 libras. Esto es, tres libras y cinco onzas por encima del peso normal.

Todo lo contrario ocurriò con Campbell quien hizo el peso justo: 135 libras.