El 7 de septiembre de 1822, Brasil se proclama como una nación independiente con respecto a Portugal, un proceso que se diferencia del resto de las revoluciones de independencia en América porque ocurre estando presente la corona portuguesa.
Para celebrar este acontecimiento glorioso para todos los brasileños, su embajador en el país, João Solano Carneiro da Cunha, ofreció, junto a su esposa Lidia Pereira de Carneiro, una recepción en el Salón Anacaona del hotel Jaragua.
El embajador de Brasil y su esposa, recibieron a sus invitados, entre ellos diplomáticos, empresarios, funcionarios del Gobierno dominicano, representantes de la comunidad brasileña en el país e invitados especiales.
João Solano Carneiro da Cunha, luego de dar la bienvenida formal a todos los presentes destacó su satisfacción por realizar esta primera recepción como embajador, ya que luego de su llegada a la República Dominicana solo había organizó una íntima recepción para la comunidad de Brasil en residente aquí, debido a que aún no había presentado sus credenciales.
En el salón dispusieron dos pantallas gigantes donde presentaron un video en el que expusieron sus zonas turísticas, su gastronomía, sus ciudades, museos y su famoso y alegre carnava,l mientras degustaban delicias típicas de su país.
Entre las bebidas tradicional brasileñas degustada estuvo la Caipirinha
La Caipiriña
Durante la velada, los invitados disfrutaron de una de las bebidas más emblemáticas de ese país, la caipiriña, (en portugués caipirinha). Este famoso trago se elabora con azúcar, limón y agua ardiente destilada. En esta ocasión, el bartender Edgar Benítez las elaboró con otras frutas, como chinola, coco y piña ahogadas en Yrióca, un popular y costoso licor de frutas.