El día 24 de noviembre del año 1989, los periódicos nacionales reprodujeron unas declaraciones del entonces presidente de la República, doctor Joaquín Balaguer, con grandes letras, en primera página. Se contenían declaraciones del Presidente de la Republica donde este afirmaba que “solo muerto”, dejaría “el Faro a Colón, sin terminar”.
Esa expresión rotunda era una respuesta a quienes desde diferentes vertientes de opinión se oponían a la obra. La presentación de la noticia era importante, la recuerdo no solo por su impacto político nacional, tanto como por la repercusión de este tema en todo el programa que desarrollaba el señor Presidente.
Pero lo que resulta destacable es que en todo el proceso, noticia, publicación y comentarios públicos resaltaba la serena ecuanimidad del Presidente, en cuanto a las expresiones tan contundentes que había usado.
Regularmente el Presidente se expresaba con firmeza y compostura, a veces alterado pero esta vez se revistió de un tono muy especial, sin estridencias de confrontación pero con serenidad absoluta sobre el tema.
Así habría de decir… la fuerte expresión, consciente plenamente del alcance de su significado y de la repercusión de sus palabras.
Así se lo comenté personalmente, y el Presidente esbozó una sonrisa diciendo ..”je ..je..Es tanto lo que insisten. Pero les contestaré… “IMPERTERRITO”.., lo mismo hasta que terminemos la obra.
Había visitado la obra recientemente, y el arquitecto Teófilo Carbonell, quien era el director de las obras me sorprendió. Se había trasladado a la obra en construcción, y allí vivía, recordándome a don Antón Gaudí, quien había hecho lo mismo, en la Sagrada Familia de Barcelona mientras dirigía los trabajos construyendo el famoso templo.
Allá dormía y trabajaba mientras avanzaba el monumento dando buena fe de que asumió el reto que se le presentó plenamente consciente del compromiso con quien lo había seleccionado y con el país.
Luce espléndidamente cuando prende sus luces, y provee espacios para recordar nuestro pasado y compartir la historia de nuestro nuevo mundo con países hermanos rescatando la historia del descubrimiento del Nuevo Mundo, que el Presidente Joaquín Balaguer, destaca como el acontecimiento histórico más importante desde el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo, como señalara el señor Presidente en la conferencia Ibero Americana a finales del siglo pasado.
Balaguer estaba obsesionado con la construcción del Faro a Colón
Teófilo Carbonel se fue a vivir en la obra, como lo hizo Gaudí en Barcelona