Joaquín Balaguer presidente

Joaquín Balaguer presidente

Se cumple hoy el treinta y ocho aniversario del primer ascenso al poder, por el voto popular, del presiente Joaquín Balaguer Ricardo, el 1ro. de julio de 1966. Balaguer asciende a la primera magistratura en un momento en que la vida nacional se hallaba gravemente conturbada por los dramáticos acontecimientos de la conflagración civil de 1965.

No obstante ello, Balaguer inicia de inmediato un plan de emergencia dirigido a lograr la reactivación económica y social del país, y así encaminarlo por la ruta del crecimiento y el progreso.

Dicho plan de emergencia consistió fundamentalmente en un serio régimen de austeridad para el gobierno y un amplio programa de inversiones públicas, que sirviera como motor y guía para el sector privado, concomitantemente con una serie de leyes de incentivos para la promoción de la inversión privada.

Esta política gubernamental produce resultados inmediatos. En efecto, en el segundo semestre de 1966, los gastos corrientes del gobierno se redujeron en un ocho por ciento con relación al primer semestre de ese año, al bajar de 77.3 millones a 70.9 millones, mientras que los gastos de capital más que se duplicaron al pasar de 11.3 millones en el primer semestre, a 24.2 millones en el segundo semestre de ese año.

Ya para 1967 Balaguer inauguraba el conjunto habitacional de MataHambre, y en 1968 se inauguraba la flamante avenida Winston Churchill y el proyecto habitacional de Honduras.

Y para 1970 ya existe la zona industrial de Herrera, bajo la ley de incentivo No.299, vecina del recién construido parque Mirador Sur, excelente pulmón de la ciudad, con sus dos grandes vías de penetración, las avenidas Anacaona y Mirador. Por el este de la ciudad, se eliminan los arrabales que rodeaban las cabezas del puente Duarte -primera impresión del viajero que llegaba del aeropuerto- y se remodela y embellece todo ese entorno con modernos edificios multifamiliares y plazas ornamentales.

Rápidamente la ciudad de Santo Domingo sufre un cambio radical en su fisonomía. Y esta política de inversiones públicas es extensiva a todo el país.

Cabe enfatizar aquí, que este enorme programa de inversiones llevado a cabo por Balaguer, se logra con recursos provenientes del ahorro interno del gobierno.

El método utilizado por Balaguer para lograr este ahorro interno consistía en que cada año se estructuraba un presupuesto de ingresos igual al monto de los ingresos ordinarios obtenidos el año anterior. De ese modo, el incremento natural de los ingresos con relación al año anterior quedaba como un superávit presupuestal que era utilizado por Balaguer en su programa de inversiones públicas.

Veamos cómo funcionaba el método: En 1968 los ingresos ordinarios fueron de 187.9 millones de pesos, entonces Balaguer hizo un presupuesto de ingresos ordinarios para 1969 por el mundo de 186.7 millones.

Pero en 1969 los ingresos ordinarios ascendieron a la suma de 214.4 millones, produciéndose un superávit de casi veintiocho millones. Balaguer confeccionó entonces el presupuesto de ingresos ordinarios para 1970 por un monto de 214.2 millones.

Los ingresos ordinarios, sin embargo, ascendieron en 1970 a la suma de 242.2 millones, por lo que Balaguer confeccionó el presupuesto de ingresos ordinarios para 1971 por un monto de 242 millones.

Ese año de 1971 los ingresos ordinarios alcanzaron las cifras de 276 millones, produciendo de nuevo un superávit, esta vez de 34 millones, que igualmente fue invertido en obras.

Entonces, el presidente Balaguer repitió una vez más la misma operación y confeccionó el presupuesto para el año 1972 por un monto de 275.6 millones, y así fue sucediendo año tras año, produciendose superávits presupuestales que eran invertidos en obras, independientemente de los capítulos normales de inversiones que contenían los presupuestos.

Desde luego que Balaguer pudo canalizar estos superávits prespuestarios hacia la ejecución de obras, gracias a una política paralela de fuertes restricciones a los gastos corrientes, para impedir que dichos superávits fueran absorbidos por este tipo de gasto.

Un documento del Banco Mundial de fecha 16 de abril de 1973 titulado «Informe actualizado sobre la economía de la República Dominicana», decía lo siguiente al respecto: «El sistema presupuestario dominicano contiene un método único de controlar el crecimiento del gasto corriente. Los cálculos presupuestarios se basan en los ingresos previstos para el ejercicio anterior. Por consiguiente, los ingresos efectivos suelen subestimarse en medida considerable. Los gastos corrientes de las distintas secretarías, se basan sin embargo en esos ingresos subestimados y entonces la Presidencia de la República asigna los ingresos restantes por encima del nivel presupuestado a proyectos oficiales de inversiones. Como consecuencia, la inversión de capital es muy superior a la presupuestada inicialmente».

En doce años, Balaguer logró un ahorro interno de mil seiscientos millones de pesos que fueron invertidos a lo largo y ancho del país, creando un aumento sorprendente de la riqueza nacional.

Y este vasto programa de crecimiento económico a través de la inversión pública y privada, produjo un proceso sostenido de ascenso social de todos los sectores de la vida nacional durante los períodos de gobierno de Balaguer.

Razones sobradas tenía la vicepresidenta de la República, doctora Milagros Ortiz Bosch, cuando el 26 de junio del año pasado afirmaba: «Balaguer se reeligió, sí, pero se reeligió siempre con la economía en crecimiento».

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