SANTIAGO. Más eléctrico y simplemente único, Joaquín Sabina coqueteó con el público que le acompañó y le ovacionó la noche del miércoles en el Gran Arena del Cibao.
Con algunas de las canciones de su nuevo álbum Vinagre y rosas y sus infaltables clásicos, el músico español hizo delirar a sus seguidores en el único recital, que lo trajo a Santiago por primera vez.
A las 9:13 de la noche, vestido con zapatos y pantalón marrón, camiseta negra, frac negro y su inseparable sombrero negro, Sabina llegó al escenario con Tiramisú de limón, tema de su nuevo disco, con el que comenzó el recorrido por sus 32 años de carrera.
El cariño del público estuvo más que comprobado, porque los cibaeños le tributaron respeto y admiración tatareando cada letra de sus canciones en una noche sin desperdicios.
¡Buenas noches, Santiago, buenas noches, es un gusto estar en donde uno nunca ha tocado!, fue el saludo del intérprete.
Temas como Medias negras, Aves de paso, Llueve sobre mojado, 19 días y 500 noches, Noche de boda, Contigo, y Conductores suicidas provocaron tremenda reacción.
Tras dejar su guitarra, el cantautor se dedicó a recorrer ambos extremos del escenario, hizo chistes, y, antes de seguir con Por el boulevar de los sueños rotos, Sabina aprovechó para presentar a sus músicos, a quienes el público saludó con fuertes aplausos. Luego el español desapareció por unos minutos y dejó a su banda a solas interpretando un par de temas.
Su corista, Mariíta, en especial, se ganó la admiración de los presentes, cuando demostró su gran voz en el tema Y sin embargo te quiero, más aún cuando Sabina unió su voz en la canción, fue recibido entre aplausos y más gritos.
Al escaparse por fin del escenario, sin sombrero, -ya lo había regalado a una fans- el más controversial cantautor español se despidió no sin antes cantar La del pirata cojo y Pastillas para no soñar.
De la voz del cantautor español Joaquín Sabina salieron anoche, una a una, historias llenas de melancolía; mientras, en las manos de su público, los aplausos premiaron su actuación genial.
La Arena del Cibao no estuvo con tanto público como en otras ocasiones, pero los que se dieron cita a este recinto disfrutaron de un concierto magnífico.
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Algo más
Empatía
Quedo comprobado que Santiago y toda la zona Norte tiene una gran empatía con Sabina, sin importar estatus sociales.
Medida
Muchos de los fans no llevaron cámaras para no hacer pasar un mal momento al artista.
Gozo entre senadores
El senador saliente Francisco Domínguez Brito y el entrante Julio César Valentín, así como Charlie Mariotti se gozaron el concierto de principio a fin.