Entre lágrimas y visiblemente emocionada, Dulce María Reynoso, una madre soltera de dos hijos, asegura que su vida cambió en un “cien por ciento” luego que su hija de 14 años ingresara a un centro que funciona bajo la modalidad de tanda extendida.
El Instituto Politécnico Padre Bartolomé Vegh, del Kilómetro 12 de la carretera Sánchez, inició sus operaciones el 3 de octubre del 2013 y, actualmente cuenta con una matrícula de 264 alumnos, entre los cuales está la hija de Dulce María. Además cuenta con 21 docentes, personal administrativo y de conserjería. “Cuando me enteré de que estaban inscribiendo, tomé la iniciativa, me esforcé hasta que me atendieron y cuando logré inscribirla me sentí bien, oré mucho para que me llamaran”, narró.
Y convencida agregó: “Me ha encantado, me ha ayudado bastante la tanda extendida, porque veo que mi hija está cambiando; en la nota, en el comportamiento, era ya una niña rebelde. Es difícil cuando uno es madre soltera que tiene que luchar por la educación de sus hijos y luchar con las influencias del barrio, que son bastante fuertes”.
Dulce María, una mujer humilde económicamente y de corazón, realizó estudios hasta el 4to nivel de media, y por dedicarse a atender a su primera hija, que nació en ese entonces, no ingresó a la universidad.