José Alcántara Almánzar

José Alcántara Almánzar

El 26 de enero del cursante año 2009, día en que se celebra en nuestro país el natalicio de Juan Pablo Duarte y Diez, la Fundación Corripio Inc., como si quisiera atinadamente rendirle tributo al patricio, escogió como Premio Nacional de Literatura 2009, el más alto reconocimiento concerniente a las letras nacionales, ahora en su vigésima edición, al reputado intelectual, académico y escritor José Alcántara Almánzar.

El laureado escritor fue escogido a unanimidad por el jurado de la referida Fundación, integrado por su presidente Don José Luis Corripio Estrada, como miembro ex oficio el secretario de Estado de Cultura, en esta ocasión el destacado intelectual José Rafael Lantigua, conjuntamente con los rectores de las universidades UASD, PUCMYM, UNPHU, UCE, UCDSD e INTEC.

Independiente del jurado ya citado, como parte del cuerpo ejecutivo de la Fundación, constituyen alma, vida y corazón dos eminentes personalidades del arte y la literatura dominicana, el maestro Jacinto Gimbernard Pellerano y el profesor Jorge Tena Reyes.

Por la eficiencia y laboriosidad de su trabajo es obligatorio no omitir a la secretaria ejecutiva de la Fundación, la siempre oportuna doña Pilar Albiac.

Esta elección, por demás a unanimidad, es un testimonio de que a pesar de lo degradada que está nuestra sociedad, no todo se ha perdido, porque en su caso hubo acierto y se hizo un alto para reconocer su enjundioso y prolífero aporte por casi cuatro décadas al parnaso de las letras nacionales, desplegado de forma amplia y juiciosa por la prensa nacional con ocasión de su elección, por lo cual huelga reiterarlo.

En José Alcántara Almánzar se reconoce algo más que a un simple literato. Su principal obra literaria es su ejemplo de vida que se sintetiza en estos atributos: hijo y hermano preocupado, hombre trabajador, culto, perseverante, humilde, paciente y ético en su proceder como el que más. Esposo ejemplar y padre responsable en toda la extensión de la palabra.

La suma de esos tributos son los logros y éxitos que han colmado la trayectoria del Premio Nacional de Literatura 2009 y su aporte a la sociedad que lo tipifican como un distinguido dominicano que da brillo a su nacionalidad aquí y en el extranjero para honra de su país, su familia, en particular su esposa Ida, sus hijos Ernesto, Yélida, César y sus nietos Daniel y Natalia Isabel y de muchos que tenemos el privilegio de contarnos entre sus amigos al calor de una auténtica y exquisita amistad, de manera muy especial la prestante dama y profesora de música por generaciones Aura Marina del Rosario Cevallos.

Párrafo aparte se merece una mención cimera nuestro inolvidable maestro Don Manuel Rueda, ya ido, otro titán del arte y la literatura dominicana, quien fuera para el galardonado casi su padre, mentor, guía y amigo entrañable, que de seguro donde quiera que esté en el más allá en primera fila estará pletórico de gozo.

Ese es a grandes rasgos el “Premio Nacional de Literatura 2009” José Alcántara Almánzar. En el estadio actual de nuestra sociedad, su elección es lo que más se asemeja a un oasis en el desierto.

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