José Antonio Keller, reconocido por sus alumnos

José Antonio Keller, reconocido por sus alumnos

POR MARÍA MERCEDES
Las caras de felicidad de los ex alumnos del profesor José Antonio Keller no tienen descripción. El reencuentro fue estupendo y los cuentos, chistes y anécdotas no faltaron. El motivo: reconocer a ese gran maestro que fue su ejemplo e inspiración en su infancia y adolescencia, quien estuvo 50 años en el magisterio, y 30 de ellos en el Colegio de la Salle.

Para seguir con su aporte a la nación, culminado su labor magisterial, educó a las personas que querían recibir educación gratuita. A todos les abrió las puertas de su casa en la Arzobispo Porter, número 44, hoy 196.

Son tantas las huellas que a sus 83 años de vida ha dejado este gran ser humano nacido en la patria de Duarte, Sánchez y Mella, que la Asociación de ex alumnos del Colegio La Salle le reconoció entregándole el símbolo de nuestra nacionalidad: nuestra insignia tricolor.

Cediéndonos un poco de su tiempo y con una sonrisa permanente, nos contó que empezó a dar clases en el Colegio de la Salle en el año 1940, donde permaneció por 30 años, impartiendo docencia en la primaria y en intermedia de todas las asignaturas y en bachillerato Historia de la Cultura y Literatura. “Además de esto tuve la dicha de ser nombrado profesor decano por 30 años y después Perfecto de Disciplina, el único seglar que obtuvo ese cargo fui yo, y tenía cerca de 800 alumnos bajo mi mando”.

“Entre 1960 y 1961 hubo un tiempo en que se desató una irrespetuosidad en el Colegio que era sólo masculino, donde los estudiantes iban con pantuflas, sin medias, había que ponerlos en orden, pero yo establecí el diálogo con ellos y todo fluyó como debía ser. Cuando el colegio en 1970 pasó a ser mixto, yo no daba clases, pero ahí se dio la verdadera representación de la creación humana de Dios porque el los hizo hombre y mujer”, puntualizó.

Expresó que fue educado por los hermanos franceses, y por eso siempre viste con saco y corbata, porque ellos eran personas muy rectas. También recibió educación de los hermanos Guadalupe y Juan, de México. “Me hicieron hombre, y gracias a sus enseñanzas también formé a muchos más, con quienes esta noche tengo el gusto de compartir”. “Nunca me he creído un ser humano grande, sino un maestro que cumplió con su deber”.

Tras esta breve conversación, el profesor Keller en compañía de varios de sus ex alumnos entró al estudio de televisión, donde Freddy Beras Goico realiza su programa semanal “Con Freddy y Punto”.

Estuvieron presentes por la Asociación de ex alumnos del Colegio La Salle: Julio José Santana, Juan Selmán Ceara, Conrado Marion -Landais, José María Carías, José Rafael Ángeles, Joaquín Jiménez Dajer, Miguel Jiménez, Abelardo Piñeiro, Enrique Porcella, Hugo Pérez y José Andrés Aybar. Cabe destacar que también fue maestro del empresario José Luis Corripio Estrada.

Con el auditorio como testigo de ese memorable instante, al cederle el micrófono dijo que a pesar de que tuvo que ir a vivir a otro país, en esta tierra Quisqueya, a pesar de los avatares, de lo que ha pasado y de todo lo que falta por pasar nació aquí y aquí quiere morir. “Pero hay veces que tenemos que complacer a la familia y pasar un tiempo en Estados Unidos, país donde nació mi padre”.

“Le doy gracias a Dios por estar en este programa, que ha nacido del fructífero intelecto de un ex alumno al quien tengo muy cerca de mi corazón, Freddy Beras Goico. Me siento dichoso de estar rodeado de mis ex alumnos, que cualquiera podría pensar que somos los fundadores del asilo de ancianos Profesor Keller”. Por supuesto, en ese momento las carcajadas no se hicieron esperar, afloraron con la espontaneidad de sus palabras.

Culminó la cita diciendo: “Pero en cada corazón bulle un joven que desea cooperar por el resurgimiento de esta nación que debe ser ejemplo para América, porque es 16 veces Primada de América, desde el naufragio de la Santa María hasta la fundación de la Catedral Primada de América. La grandeza de esta patria, no sólo está en la parte académica con la Universidad Autónoma de Santo Domingo”.

Muy emocionado, Freddy Beras Goico dijo que muchas veces a él le preguntan qué dónde aprendió tantas cosas, entonces él responde que tuvo un maestro como Keller, “no sólo alcanzamos parte de la educación hostosiana, sino que también nos dieron ejemplos en la casa y en las calles”.

“Yo vivía cerca del profesor Keller, en la calle Hostos, siempre salíamos corriendo, pero cuando cruzábamos frente a su casa, uno aminoraba el paso porque ahí estará el profesor”, expresó.

Seguidamente, sus ex alumnos le entregaron la bandera dominicana en nombre de los presentes y de los que no pudieron asistir. Muy emocionado, y con el corazón estremecido de júbilo, el profesor Keller declamó los versos de Gastón Fernández Deligne y Figueroa: “Que linda en el tope estás dominicana bandera, quien te viera, quien te viera más arriba mucho más”.

Los efusivos aplausos de sus ex alumnos pusieron fin a ese momento inolvidable para todos.

PERFIL

El profesor José Antonio Keller estudió en el liceo Presidente Trujillo, para simultáneamente dar clases en el Colegio La Salle. Se graduó de licenciado en Filosofía en la Universidad de Santo Domingo, después de licenciado en Letras y en el Instituto de Panamá alcanzó el doctorado en Divinidades, es decir, en Teología.

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