José Antonio Martínez Rojas – Negros nubarrones

José Antonio Martínez Rojas – Negros nubarrones

La situación económica y social en nuestro país desde hace un tiempo bastante prolongado se ha venido deteriorando paulatinamente, sin que las acciones que han tomado las autoridades le pongan freno a tan peligrosa situación. No ha valido para detener la especulación, que se haya instituido un cuerpo militarizado que toma medidas coercitivas para frenar el alza irreal de la prima del dólar, porque esta moneda «juega al escondido» y desaparece cuando la obligan a un cambio impuesto y aparece clandestinamente creando un peligroso mercado negro.

Hasta ahora, esta situación ha podido ser afrontada porque es el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el que está en el poder. Además, cuenta con la popularidad y carisma de un Hipólito Mejía, que se ha sabido manejar en aguas procelosas con mucho «olfato» y tacto político. Sólo debemos recordar, como en el gobierno del extinto Dr. Balaguer, cuando el diesel subió unos cuantos pesos, los sindicatos de camioneros y el transporte público le hicieron una huelga general, que debió dejar sin efecto la subida del gasoil. No obstante, en estos momentos, la adquisición de este vital combustible se ha duplicado en el gobierno de Hipólito Mejía y los transportistas de equipo pesados, se han mantenido «tranquilos».

Debido a las fiestas navideñas y al pago oportuno del decimotercer salario (regalía pascual), los ciudadanos en estos días de dispendio y francachela, no se han percatado de como día a día sus sueldos se convierten en una tercera parte de lo que era un año atrás. De como se va a un supermercado y en una bolsita plástica se lleva el equivalente de mil pesos.

Esto, sin incluir un pedazo de queso o jamón extranjero, porque sino debe «apretarse» los pantalones para que no se le caigan, ya que ha dejado en la caja registradora, hasta la correa.

Cuando pase la resaca de esta bonanza pasajera a mediados del mes de enero de 2004, que ya todos los «dominicanos ausentes» se hayan marchado y que se saque un balance de las deudas y gastos incurridos, entonces, la gran mayoría del pueblo dominicano se dará cuenta, que el denominado «hoyo financiero de Baninter y de sus hermanos Bancrédito y Mercantil» eran «cuentos infantiles» en comparación con «el agujero galáctico» en el cual ellos mismos se han metido. Entonces, si el Gobierno y el PRD no encuentran rápidamente paliativos que puedan mitigar, aún de manera perentoria la situación, se podrían repetir hechos dolorosos y vandálicos como los que sucedieron en el año 1984, precisamente después de la firma de un Acuerdo Stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que como Pilatos se lavó sus manos, poblada que tuvo un balance de más de ochenta dominicanos muertos y destrozos materiales por varios millones de pesos.

Desgraciadamente, los funcionarios que hoy están en el Gobierno no parecen haber asimilado las lecciones de aquellos hechos dolorosos que causaron tanto dolor y división en la población. Están utilizando los mismos manoseados argumentos, de que los nuevos impuestos que se quieren crear, son una imposición sine qua non del F.M.I. Nada más absurdo, como lo hemos ya escrito, esta institución no sugiere medidas, sólo aprueba las que los Estados le proponen. En este caso, el Gobierno debía revisarse y entender, que la situación que estamos viviendo es parte de su incapacidad en haberle puesto coto a las «aventuras financieras» de un grupito de «pseudos banqueros» que se jugaron a Rey Midas con el dinero ajeno.

Los días posteriores a la festividad de los Santos Reyes son de alta volatilidad. El gobierno debería reducir el gasto público e iniciar un verdadero plan de austeridad, en el cual los gastos superfluos deben ser, no solamente abolidos, sino que cualquier funcionario que incurra en alguno, sea destituido inmediatamente. Se deben tomar medidas drásticas y excepcionales. Creemos que estamos llegando al momento, en donde la gota rebosará la copa y cuando comience «la deguindá», todo estará perdido.

Aquí si podemos afirmar: no hay mañana.

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