POR SOILA PANIAGUA
El empresario José Antonio Najri cuestionó ayer que el gobierno quiera centrar parte de su esfuerzo y recursos en la construcción del Metro de Santo Domingo, obra que requerirá de una inversión superior a los US$326 millones, cuando existen tanto problemas de salud, educación y de obras viales pendientes de solución.

«A mi humilde entender y sin querer herir a nadie, hablar de que el Metro es una solución para los pobres es pura demagogia y sólo contribuirá a profundizar los déficit y subsidios», sostuvo Najri.

Opinó que hablar de ese proyecto en momento en que los agentes económicos han manifestado su confianza en el futuro, podría convertirse en un balde de agua fría y originar interrogantes serios sobre el compromiso de una política austera.

«Se comete un tremendo error, desviando la concentración del país tanto en sus sectores público como privado, de la urgencia que tenemos en elevar nuestros niveles de competencia o morir como lo estamos haciendo frente al empuje comercial de nuestros vecinos centroamericanos. Ni hablar cuando entre en vigencia el Tratado de Libre Comercio», indicó.

Afirmó que los gobiernos dominicanos han demostrado una gran  capacidad para la apertura y la firma de convenios, pero una tremenda lentitud para atender las realidades de los productores e industriales e incapacidad para competir por culpa de políticas internas, tanto fiscales como monetarias.

Manifestó que el Metro podría ser una gran obra, si se inicia en momentos que el país empiece a dar señales de que ha paliado una parte de las prioridades para lo cual aún no hay respuestas.

“¿Qué ha justificado el Faro a Colón,  qué puede justificar los Juegos Panamericanos, qué justifica la falta de energía eléctrica y sus costos?», se preguntó.

Asimismo, dijo que nada justifica el abandono de los hospitales y de las escuelas, ni el que miles de obras se encuentren en total abandono por falta de mantenimiento, ni tampoco que las avenidas y autopistas se construyan sin vías de acceso y de salida.

«Nuestro país se debate todavía dentro de una gran crisis económica. Agudos problemas reciclados una y otra vez por nuestros distintos gobiernos, causantes de las debacles cíclicas económica y social y que han contribuido al manejo alegre del presupuesto nacional», dijo.