José Antonio Núñez Fernández – Agonía y sacrificio, pedestal no

José Antonio Núñez Fernández – Agonía y sacrificio, pedestal no

Hace 65 años que nació el Partido Revolucionario Dominicano, el partido que en el 1939 fue fundado en Cuba en el poblado de El Cano. En nuestra política ese partido es el decano. Pero para algunos esa honorable agrupación política representa agonía y sacrificio y para otros constituye pedestal para erigirse estatuas y altares, aras y beneficios.

Creemos que contundencia y certidumbre caben en las cardenalicias palabras que aseguraron recientemente, que nuestra sufrida comunidad, de parte de los estamentos gubernamentales está olvidada. Como parte integrante que soy de esa preterida comunidad, observo y considero que además de olvidada está hambreada, succionada, vapuleada, burlada y hasta vilipendiada.

Frente a los afanes continuista, reeleccionistas y de asillarse por cuatro años más en la palaciega poltrona que según un maestro del continuismo antipueblo tiene agudos alfileres y lancinantes espinas. Y que sepan los «pepehachistas que según Emiliano Zapata «esa silla tiene maleficios y daña a los hombres buenos que se sientan en ella». La política es arte y es ciencia. No puede ella sustentarse de fábulas sino de verdades y de realidades. Para fabulistas buenos estuvieron Esopo y Samaniego. Samaniego aseguró que «Cierto artífice pintó una fábula, en que valiente un hombre tan solamente a un horrible león venció. Y otro león que el cuadro vio sin preguntar por su autor dijo: Bien se ve que es pintar como querer y que no fue león el pintor». Esta no es fábula, esta es mi realidad: Durante 43 años le he servido, le he servido al partido que en Cuba fundaron en 1939 Juan Bosch Gaviño, Virgilio Mainardi Reina, Angel Miolán Reinoso y otros. Le he servido bastante al partido que a todas luces representaba las esperanzas de la nación dominicana y hoy puedo afirmar ¡He servido mucho y he merecido poco!

Cuando no había llegado a Santo Domingo la avanzada del miércoles 5 de julio del 1961, arriesgándome frente al general Petán Trujillo y al criminal SIM de Johnny Abbes García, le evité una grave tragedia personal a quien se elevó a la categoría de líder máximo y al sitial de dirigente histórico del PRD, y al cual por pasadas y pesadas razones me atrevo a llamarlo «Jofranio Goña». Cuando no había llegado a Santo Domingo el partido que hoy algunos quieren fragmentar para beneficio de un clan, le desvié entonces el grave peligro al clandestino fustigador del régimen de Trujillo, al alumno de la Escuela de Locutores de La Voz Dominicana José Francisco Peña Gómez o sea a «Jofranio Goña». Por adherencia a los intereses de el partido que hoy dirige Hatuey Decamps Jiménez, serví mucho sin ambicionar nada. Excepcionalmente confieso, ah eso si, que alcancé los reconocimientos de don Antonio Guzmán Fernández y merecí entonces y sigo mereciendo todavía las atenciones de un perredeísta de vanguardia, ciudadano de la luz que hoy enfrenta las tinieblas del reeleccionismo y del continuismo: Hatuey Decamps Jiménez.

Voy a pintar a grosso modo el perredeísmo de Hatuey. Lo conocí siendo él casi un niño. Eso fue en las galerías de la Onda Musical, emisora entonces combativa. Emisora de la calle Palo Hincado 48. Vi y no pude creer que un muchacho muy joven se atreviera a polemizar con Caonabo Javier Castillo el hombre que en disputa en programa de televisión por el Canal 4 (Radio Televisión Dominicana) se había enfrentado a Eudoxio Ravines llamado por Pablo Neruda Judas Ravine. Me dirigí a la oficina de Mario Báez director de Onda Musical y le pregunté que quién era ese joven que se atrevía a enfrentar al diestro social cristiano Caíto Javier. Y Marío Báez me respondió «ese muchacho pertenece a la Juventud Revolucionaria del PRD». Yo le dije: «Mario si a ese muchacho lo dejan libremente hablar y no lo interfieren, si sigue haciendo uso de la palabra. Ese muchacho les va a dar a esos que mandan ahora, más tormento que el que le es está dando el senador de Pedernales Casimiro Castro. Ahora creo que frente al presidente legítimo del PRD que es un partidista de raigambre, de corazón y perredeísta casi desde su nacimiento: El, Hatuey es quien tiene la razón. Los opositores del presidente del partido de Peña Gómez si se analizan, digo algunos de esos patriotas, resultan de matriz cívica y de molde reformista. Como es el caso de un reformista de Monte Llano que sirvió en un gobierno dirigido por cabeza no legalmente perredeísta. El aludido es industrial y quedó bien plantado y mejor acomodado.

En estas disputas donde aparecen ciertos elementos que por vía del partido han hecho de la nación Ara y Pedestal para sus desmedidas apetencias, experimenté emoción frente a la actitud de la profesora doña Orfelina Jiménez viuda Decamps, la madre de Hatuey que fue al local del partido y manifestó su maternal criterio con respecto a su hijo y lo hizo y lo hizo con palabras dignas de Cornelia la matriarca romana. Cornelia la madre de los hermanos Gracos. estamos invocando el pasado… Y en esta lucha el pasado será prólogo. Creo que hay oposición generalizada hacia los sueños o caprichos casi fabulosos de los mandonistas del PPH, eso me lo indica el diario matutino HOY que nunca desbarra ni se anda por las nubes. recientemente leí en HOY los siguientes trabajos: «Por suerte le quedan días, de Juan Temístocles Montás, ¡Ni conocimiento moral! Ni legitimidad! de Fidelio Despradel, La democracia en remojo de Onofre Rojas, también En verdad que no me lo explico de Francisco Alvarez Castellanos.

Y para el punto final estas palabras de don Emilio Lapayese: «Hace poco tiempo elegimos unos representantes que realmente ni sirven ni resuelven ni representan. Desertaron».

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