KANSAS CITY, Missouri. Si hablamos de jonroneros dominicanos y mencionamos los nombres de Sammy Sosa, Manny Ramírez y David Ortiz nos toparemos con algo que todos tienen en común: nunca ganaron títulos de cuadrangulares consecutivos.

Y en solo tres años de estrellato en las mayores, el toletero dominicano José Bautista se aproxima a hacer algo que solo Alex Rodríguez ha logrado en la Gran Carpa: conquistar tres títulos de cuadrangulares consecutivos.

Rodríguez (2001-52, 2002-57 y 2003-47) es el único dominicano que ha hilvanado tres campañas de lideratos de cuadrangulares en más de 57 años de presencia quisqueyana en las mayores.

Y junto a Rodríguez, solo Albert Pujols (2009-47, 2010-42) y Bautista (2010-54 y 2011-43) lo han hecho en años consecutivos.

Al llegar a la pausa del Juego de Estrellas en el 2012, Bautista se encuentra empatado en la cima de la Liga Americana con Josh Hamilton y con 57 batazos de vuelta completa.

“Sería grandioso ganar un tercer título de jonrones seguido, pero no es la meta que me trazo, lo importante es ayudar al equipo a ganar lo más posible”, explicó Bautista al conversar con redactores de Hoy como parte de la cobertura especial del Juego de Estrellas en el Kauffman Stadium, de esta ciudad.

EL CAMINO DEL ÉXITO.  Bautista no es el típico pelotero dominicano.

Hijo de una familia de clase media y de dos profesionales, el jugador de 31 años de edad se graduó del bachillerato, estudió en la universidad en la República Dominicana y aceptó una beca para jugar béisbol en el Chipola College, en Florida.

Fue seleccionado en el sorteo amateur de los Estados Unidos y firmó por US$650 mil su pase al profesionalismo con los Piratas de Pittsburgh.

La ruta para llegar a la cima del béisbol, sin embargo, no fue nada fácil para el nativo de Santo Domingo. Bautista llegó a las mayores en el 2004 tras ser elegido por los Orioles de Baltimore en la regla V del draft, con apenas 23 años.

Esa temporada jugó con  los Orioles, Reales de Kansas City, Rays de Tampa Bay y hasta pasó por los Mets de Nueva York sin que lo jugaran y cambiaran de vuelta a los Piratas, su equipo original. Pero no fue sino hasta septiembre del 2009, un año después de haber sido adquirido por los Azulejos de Toronto en un cambio con los Piratas, que Bautista comenzó a dar señales de que venía algo grande en camino.

“Mi mecánica de trabajo y de bateo se tomó su tiempo en desarrollarse. Además me ayudaron mucho Cito Gaston y Dwayne Murphy. Los resultados son los que hemos visto en los últimos años y me siento muy orgulloso de lo que he podido lograr”, dijo.

EL INICIO DE ESTE AÑO.  La temporada comenzó bastante lenta para Bautista, quien bateó apenas para .181 en abril, generando cierto temor de que los resultados del 2010 y 2011 habían comenzado a desvanecerse.

Pero nuevamente, Bautista se encargó de callar a sus críticos con una devastadora fuerza ciclónica en los meses de mayo y junio, llegando a la pausa de mitad de campaña con 27 cuadrangulares y 65 remolcadas, además de un promedio de .243.

¿Qué hizo el tercer bate de los Azulejos de Toronto para volver a la forma de bateo a la que ya ha acostumbrado a todos?

“Volver a lo que me mantiene con éxito y mi fortaleza: batear hacia el jardín izquierdo y no hacer swing a los pitcheos malos. Al principio de la temporada me enfoqué mucho que los lanzadores querían tirarme afuera y me llevé de eso y le hice lanzamientos a pitcheos malos y que no eran mi fortaleza”, explicó.

Y ahora, Bautista está enfocado en seguir contribuyendo a que los Azulejos de mantengan en la batalla por un puesto del wild card de la Liga Americana.

A pesar de estar en el sótano de la División Este, empatados con los Medias Rojas y con marca de 43-43, solo están a dos juegos y medio de uno de los dos puestos wild card disponibles para esta campaña.

“La División Este tiene la mayor competencia de las mayores, no hay ningún equipo con récord perdedor y todos estamos en la batalla del wild card y el segundo wild card. Hemos perdido muchos lanzadores por lesiones y la necesidad más grande que tiene la organización es buscar más lanzadores que nos ayuden a encontrar lanzadores que nos ayuden a mantener la consistencia”, sostuvo.

Asimismo, resaltó el trabajo que ha realizado su compañero de equipo y compatriota Edwin Encarnación.

 “Para mí ha sido un orgullo”, dijo Bautista sobre su compañero.