Desde el pasado jueves 18 y hasta  el jueves 30 de octubre, Lyle O. Reitzel Gallery,  ubicada en el primer nivel de la Torre Piantini, Ave. Gustavo Mejía Ricart, esquina Ave. Abraham Lincoln, presenta la exposición titulada “Makishi Nkisi/Espíritu Africano”, del consagrado artista cubano José Bedia,  admirado y respetado internacionalmente como uno de los máximos representantes del arte latinoamericano de la actualidad.

En el contexto de Art Basel Miami Beach 07, José Bedia presentó en Fredric Snitzer Gallery su exposición “First Hand”,  la cual se registra como una de sus muestras  individuales más rigurosamente estructurada de los últimos diez años. “Primera Mano”: he aquí un título especular que hace arder las visiones del enigma; las cristalizaciones metafóricas de la “contaminación” o entrecruzamiento de los rituales del caos, la apariencia y el reino de lo ignoto. Rizomas cargados de poder y de deseo; cifras mutables y  reactivas de una experiencia cada vez más directa y más profunda de Bedia con las culturas y estéticas primordiales centroafricanas, así como de un estado privilegiado de percepción, fluidez y expresividad sensibles, materializado con energético gestual taumatúrgico y esplendorosa lucidez imaginativa.

En una serie de obras medulares del 2007 ejecutadas en acrílico sobre tela y de imágenes sugestivamente estremecedoras, tales  como: “Utenu Kazaye”, “Mupala”, “Kazwazwa”, “Mwana Pwewo”, así como  en otros impactantes trabajos en medios mixtos sobre papel como: “Moana Pwo”, “Mbambi Chibinda”, “Yombe”, Lega Kayamba Bwami Hindi”, “Kayamba Yananio” y “Kakulu ka Mpinda”, Bedia no nos enfrenta únicamente a los signos y energías de ultramundo, sino que también nos lleva a traspasar las puertas de la percepción y acceder a las fuentes antropológicas que vitalizan su universo visual personal y las  mismas claves estéticas,  filosóficas y axiológicas de su particular proceso creador.

La obra reciente de José Bedia se aprecia admirablemente expansiva e incisiva en su potencialidad dialógica a través de esta selección que ahora presenta Lyle O. Reitzel Gallery en Santo Domingo bajo otro título revelador: “Makishi Nkisi”. Trabajos paradigmáticos de este extracto resultan: “Loango Nkisi” (2007);  “Mwendumba” (2008), “Chibinda Mutata” (2008), “Ngulu Makishi” (2008), “Kifwebe” (2008), “Samasengo” (2008) y “Sintiéndose Fuerte” (2008).

Pero, ahora Bedia no sólo se adentra en las fuentes primordiales y vivas de la espiritualidad nogroafricana, sino que profundiza sobre la misma resistencia de las raíces mágico-mitológicas que arden en la consciencia caribeña contemporánea. Esto es evidencia cristalina en  obras muy recientes como las tituladas “Un Bakᔠ(2008) y “Papá Liborio no está muerto na” (2008), trabajos magistrales en los que legitima la trascendencia del componente mágico-religioso en las esencias espirituales y en el proceso transformador de la identidad cultural dominicana.

En la magia del vodu haitiano  y dominicano, el Baká o Bacá,  es un ser poderoso, maligno, de apariencia animal: perro, chivo, caballo, becerro, gallo… que protege y multiplica las propiedades de su amo. Así como es encarnación de una energía superior, también “trabaja”  desde la más sucia oscuridad de lo terrestre. Un Baká se adquiere mediante un pacto “sagrado” donde el dueño compromete la entrega, en un plazo fijado, de una victima, del alma de un ser querido o de su propia vida. De cualquier forma que el pacto sea violado, el “punto caliente”-como también se le dice en Haití-se volverá contra su amo. Se trata de una fuerza dual, perversa, inestable, peligrosa; manipulada solamente por avezados hechiceros  a cuyos clientes, casi siempre, juegan trampas  terribles e inefables. En la obra de Bedia, el Baká se materializa y se impone como imagen infalible, bestia telúrica, eléctrica, fabulosa y terriblemente fascinante.

La figura de Liborio Mateo o Papá Liborio ha sido abordada por José Bedia con óptimos resultados estéticos en distintos medios y diversas ocasiones. En el 2004 ejecuta: “Firme, me entrego a Cristo y a Liborio”, “Papa Liborio” y “El Santo Liborio se fue a la montaña”, pinturas de extraordinaria síntesis formal y poder expresivo abrasador. Sobre este excitante personaje mesiánico de la religiosidad popular dominicana -y en el mismo año señalado-, Bedia también realiza una serie de dibujos en técnica mixta-acrílico y fotocollage-sobre papel.

Papá Liborio emerge como personalidad histórica contradictoria; vidente, Santo, “gavillero”, fugitivo de todo orden; odiado por invasores y venerado como un dios por su pueblo; como icono redentor de vida y muerte violentas, consumadas en la mas terrible y conmovedora tradición del cimarronaje y  el martirologio americanos. En su obra, José Bedia llega a elaborar simbólicamente la  ardiente persistencia  de este mágico personaje en el proceso transmutador de la consciencia nacional como jamás lo haya hecho ninguno de nuestros científicos sociales, novelistas, poetas o artistas plásticos. Sin dudas, se trata de una de las más bellas y significativas celebraciones  de la vitalidad espiritual del pueblo dominicano.

En “Makishi Nkisi” José Bedia sigue tocando los misterios metafísicos y cotidianos de la existencia;  contrastando de manera esplendorosa los profundos sedimentos culturales y espirituales de los pueblos del Caribe y adentrándose  con magistral precisión en su “viaje a la semilla”: hacia las mixtificadas espirales de nuestra polisíntesis identitaria.

En estas obras, el tratamiento de la forma, el color, la materia y el espacio, nos enfrentan al  hecho estético menos como realidad placentera, pero todavía más como forma especializada de pensamiento. Asimismo, aquí se despliegan los depurados niveles de respeto y  revivificación que adquiere el signo ancestral en su práctica artística de incontrastable espíritu contemporáneo.

José Bedia nació en La Habana, Cuba, en 1959. En el 2005 presento su exposición “Obras Recientes 2002-2005” en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo. Su obra ha sido representada por Lyle O. Reitzel en importantes ferias de arte contemporáneo, tales como CIRCA Puerto Rico 07/08;  MIART 08-Milán, Italia;  Arte BA 08-Buenos Aire, Argentina y Arteamericas 08, Miami. Entre las prestigiosas instituciones que recientemente han incluido su obra en sus colecciones figuran:  Philadelphia Museum of Art, PA, USA; Phoenix Art Museum, AZ, USA; Pori Taidemuseum, Finlandia; Rubell Family Collection, Miami, Fl, USA;  Solomon R. Gugghenheim Museum, NY, USA; Spencer Museum, Lawrence, KS, USA; Tampa Museum of Art, Fl, USA; The Museum of Modern Art-MOMA-, NY, USA; Walter Phillips Gallery, Bath, Canadá; Whitney Museum of American Art, NY, USA; Tate Modern, Londres, Inglaterra. Desde 1993 vive y trabaja en Miami.