José Cáceres “Queremos más apoyo para el voleibol varones”

José Cáceres “Queremos más apoyo para el voleibol varones”

Con 30 años de edad y siendo capitán de la Selección Nacional de Voleibol varonil, José- El Clavito- Cáceres, clama por mejores condiciones para los jugadores y está esperanzado en aparezca “un Cristóbal Marte” para los varones.

Sus pronunciamientos lo hizo al ser entrevistado ayer en el “Diálogo con los Deportistas” que produce Franklin Mirabal, editor deportivo de HOY, bajo la conducción de los periodistas Gustavo Rodríguez y José Cáceres.

Arguye que si se desean éxitos rotundos en los varones, hay que hacer inversiones económicas, ya que hay material humano para lograrlo.

“Si no se invierte dinero y que desaparezcan los problemas que en ocasiones no hay agua en los entrenamientos y las condiciones de la mini-villa no son las mejores, no saldremos a flote”, dice.

Vive del voleibol. Dice que tiene varios años trabajando bien duro en el voleibol internacional y asegura que está viviendo económicamente del deporte que ama: el voleibol.

Apunta que ha reforzado en Italia, España, Francia, Puerto Rico, Qatar, en varias ocasiones y ha dado a conocer a República Dominicana.

“Le compré la casa a mi madre, además, cuando ocurre una emergencia familiar, siempre he dicho presente porque su familia es el núcleo más importante”, enfatiza el jugador de la oposición de opuesto en la Selección Nacional de Voleibol Varonil.

En l997 fue infantil. Dice que a finales del año l997 comenzó a entrenar en juvenil con el fenecido Cafén Cuesta, José De León y Jorge Heredia, para ir a los Torneos NORCECA y al Mundial Juvenil donde la República Dominicana clasificó.

Sobre las deserciones. Explica que fue un error de sus compañeros de voleibol de la categoría sub-23 haberse quedado en Nueva York, camino a Canadá.

“Creo que se desesperaron, le han hecho mucho daño al voleibol”, dice Cáceres al responder preguntas de los periodistas de HOY.

Dice que en son de chistes en varias ocasiones los escuchó afirmar que se quedarían en Estados Unidos.

“Los técnicos del equipo en la pasada administración tuvieron temor de llevarlo a Estados Unidos para que no materializaran sus planes”, narra.

Apoya su familia. Comenta que con sus primeros sueldos como refuerzo pudo comprarle una vivienda a su madre y ayudar a sus familiares. “La vivienda ya está garantizada y eso me da mucha alegría”, agrega.

 José- El Clavito- Cáceres, tiene los pies sobre la tierra y sostiene que ha tenido que vencer muchos obstáculos, sin embargo, hoy vive del voleibol junto a su familia.

Jugó tres deportes en l999. Apunta que en ese año estuvo jugando voleibol, baloncesto y beisbol, los tres al mismo tiempo. Pero que llegó el momento de decidirse por uno de ellos.

“El 2002, cuando tenía 16 años estaba buscando firma como lanzador, me vieron varios escuchas de los Mets de Nueva York y los Bravos de Atlanta, pero una lesión en el codo derecho impidió mi firma”, narra.

Opina que los escuchas lo comparaban con el exlanzador Randy Jhonson por su altura. Aduce que eso no le causó preocupación, ya que sabía que podía jugar el voleibol y destacarse en la selección nacional. Una entrenadora cubana en el 2002 le dijo que se integrara a Los Prados para jugar en el torneo superior.

“En el 2003 llegué a la Selección de Voleibol luego que me llamara el dirigente Miguel Beato Cruz”, enfatiza.

No se arrepiente. Subraya que no se arrepiente haber dejado el béisbol por el voleibol porque ese deporte lo lleva en la sangre.

“Cuando me llamaron para la Selección de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, aquí en el país, mi corazón se puso grande”, precisa el capitán del equipo nacional.

Es ingeniero en Sistemas. Asegura que es ingeniero en Sistema en la Universidad O y M y se graduó en el 2004 con una beca del Programa de Apoyo a los Atletas de Alto Rendimiento y Nuevos Valores (PARNI), que creó Felipe Payano en l996.

Preocupación. Cáceres expone que lamenta que no hayan torneos superiores ni en el Distrito, ni en el interior.

Zoom

Sus inicios

 José- El Clavito- Cáceres recuerda que siendo un niño iba a los partidos de voleibol a acompañar a su padre que jugaba en los torneos superiores.

“Claro, esos fueron momentos mágicos para mí porque íba con mi papi, y jugaba con las pelotas”, dice.

Sostiene que el deporte y el voleibol lo llevan en la sangre y mientras vida tenga siempre amará este deporte.

Expresa que su padre jugó por 17 años en la Selección Nacional, lo mismo que su madre jugó voleibol. “Son cosas del destino, que nadie las entiende”, agrega.

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