José Cestero, el eterno Quijote

José Cestero, el eterno Quijote

POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
En el marco de la Vlll Feria Internacional del Libro, Santo Domingo 2005, y como especial aporte dominicano a la celebración del lV Centenario de la aparición de la primera edición de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”(1605), la Secretaría de Estado de Cultura, el Museo de Arte Moderno y la editora Verónica Sención, unificaron esfuerzos y entusiasmos en la presentación de las “Andanzas del Quijote”, impactante exposición individual con la cual el consagrado artista dominicano José Cestero (1937) celebra el genio creador de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), autor del insuperable, eterno e inagotable clásico de la novelística hispana y de la literatura universal.

Ocupando la mitad de la segunda planta del Museo de Arte Moderno, la muestra de Cestero se mantuvo abierta desde el 22 de abril hasta el 14 de mayo, constituyéndose en uno de los eventos más impactantes para los miles de ciudadanos y visitantes que tuvo la plaza de la cultura en el periodo ferial. Un aspecto que marcó la diferencia de esta muestra respecto de las otras que estaban abiertas, tanto en el MAM como en las diferentes instituciones de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, fue la calidad del diálogo que se registró entre Cestero y los espectadores, especialmente con distintos grupos de estudiantes de secundaria y universitarios. “Estas son locuras mías, esos colores son los mismos ocres de la tierra, de la isla; el mismo polvo del paisaje de Azua”, respondía el artista, ante las inquietantes observaciones de sus admiradores.

Curada por la doctora Laura Gil Fiallo, encargada de investigación del MAM y compuesta por una apretada selección de 40 obras en acrílica sobre tela y tinta sobre papel, José Cestero logra reinventar con gracia e ironía demoledora, pasmosa sensibilidad inventiva y admirable imaginación, la más real y maravillosa aventura del inmortal personaje del clásico cervantino.

Treinta y seis pinturas, incluyendo los cálidos divertimentos del “Quijote Infantil” y cuatro dibujos a la tinta sobre papel, integran el cuerpo de obras de “Andanzas del Quijote”. Algunas de estas obras habían sido exhibidas en la exposición “El Quijote en las Luces de Cestero” (Auditorio del Banco Central, 2001), pero en los últimos tres años el artista ha venido ampliando y completando la que ya podríamos ver como una de sus más originales, prolíficas y deliciosas “quijotadas”. He aquí la obra de arte como éxito de un instante irreversible. Como resultado de una praxis vital y de una audacia conceptual que se despliegan sobre la estela del delirio.

En esa dirección, la historiadora de arte María Elena Ditrén, Directora del Museo de Arte Moderno, apunta que: “Cestero, ataviado de libertad y su armadura de artista, cual caballero andante, se lanza a recorrer caminos en busca de remedios para los males de la sociedad. Sus pinceles son sus armas y su arte abocetado, una invitación a despojarnos de los prejuicios que nos puedan impedir el juego de la imaginación. ¿Locura o Fantasía? ¿Ironía o divertimento? Manifiesto entre la cordura y la locura”.

Mientras que la reconocida crítica de arte Marianne de Tolentino advierte con lucidez que: “Los pinceles volaron como lanza, las andanzas cabalgaron en la Rocinante de la imaginación, los amigos Sancho Panza no faltaron a Cestero, como tampoco las Dulcineas del Toboso, ¡que, sí, han constelado su vida real! Hasta podríamos decir, parafraseando el comienzo del Quijote: En un lugar de Santo Domingo, de cuyo nombre no quiero acordarme, todavía vive un dominicano de los de lanza en astillero, adarga antigua, rucio flaco y galgo corredor”. ¿Y no es José de complexión recia, seco de carne, enjuto de rostro, gran madrugador” Según Miguel de Cervantes perfiló al más famoso de los hidalgos”?

Por su parte, la doctora Laura Gil Fiallo, sostiene que: “Cestero no se ha limitado a traducir en términos visuales o gráficos su particular lectura del Quijote, seleccionando algunos episodios tan significativos y entrañables que pudieran condensar en sí mismos toda la historia y el sentido del Caballero de la triste figura. Cestero ha contextualizado la leyenda intemporal insertándola en nuestra historia insular, nuestro pasado y presente, con lo cual nos ha convertido, a la vez, en herederos del Quijote y en sus coetáneos.

Otro aspecto diferenciador de “Andanzas del Quijote” es que se trata de una exposición excepcional que gira en torno a un libro, lo cual fue bastante notable a través de los elementos del montaje realizado por la arquitecta y museógrafa Ingrid González, que incluyó una serie de textos museográficos extractados por la curadora de distintos capítulos de la memorable novela de Cervantes y el propio libro. Así, las implicaciones de tan significativo homenaje, potencializaban el propósito principal de la muestra: celebrar y proclamar la trascendencia de una de las obras maestras más emblemática de la literatura occidental.

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